Milson Salgado, fiscal del MP y escritor: “Se estaban repartiendo el país como un pastel de cumpleaños”
Hubo un tiempo que Milson Salgado era noticia todos los días pero de repente pasó al anonimato. Muchos lo creíamos retirado. Pero no. Lo trasladaron a una oficina modesta para silenciarlo. Es lo que pasa en Honduras con los fiscales valientes cuando se meten de lleno a combatir la corrupción. A otros los mandan al exilio diplomático o sencillamente los matan. Pero este abogado y filósofo sigue vivito y coleando y ahora vuelve al público con su cuarta novela en la que -valiéndose de figuras literarias- cuenta muchas cosas reales que no puede decir por su cargo en 26 años en el Ministerio Público. Otras verdades las cuenta en esta entrevista sin nigún temor. Está demás decir que sigue siendo el mismo funcionario de siempre, viajando en transporte público. Un fiscal cinco estrellas de verdad.
¿Cómo surge la idea de esta novela?
El nombre nace de una canción de Pedro Infante, se llama Fallaste Corazón, pero el título viene en función de cómo se manejan los valores, el saqueo, la corrupción, algunos personajes de esta novela se decantan por acumular más riquezas, dejando desamparadas a muchas personas que viven de los programas sociales.
¿Cualquier personaje con la vida real es pura coincidencia?
Es pura coincidencia (suelta una carcajada), bueno se aborda el Seguro Social, el fraude electoral, incluso los fideicomisos, esta novela aborda la realidad nacional, pues, creo que no podemos darle la espalda a la realidad.
¿Tiene que ver con lo que usted ha vivido en su cargo de fiscal?
El que escribe novelas es para expresar algo, una persona como yo, en este cargo, no tiene la forma de decir su verdad, el mundo simbólico que lleva dentro, entonces, la novela es una catarsis para hacerlo.
¿Cómo hizo para publicarla?
De mi propio bolsillo, arriesgándome, como en el país no hay una política editorial, el 90% de los editores recurren a su propia inversión para publicar sus libros.
¿Le ha ido bien en las ventas?
Sí, con la que publicamos en España recibimos regalías dos veces al año, las otras las vendimos. Sin embargo, tengo que decir que el mercado del libro acá es bastante limitado pues a la gente no le gusta leer o si lee quiere comprar libros clásicos, lo cual es normal.
¿Por qué se ha perdido de los medios?
Son decisiones de las autoridades superiores, a veces quieren tener a gente más de confianza, que obedezcan sus órdenes y el que no esté de acuerdo, únicamente lo cambian de lugar.
¿Como “purgado”?
Sí, normalmente eso pasa, la gente quiere tener a gente de su confianza para hacer cosas que uno no está de acuerdo.
¿Por ideologías y política?
Usted sabe que a partir del 2009 cambiaron muchas cosas en este país, las posiciones políticas se polarizaron y uno tuvo que tomar partido. La conciencia política de uno no es la misma que la del jefe, entonces, me pasaron a una unidad que no genera tanta noticia como la Fiscalía contra la Corrupción.
¿Desde cuándo?
Salí en 2012, cuando estaba el señor Rubí, quiza no pudo tener tolerancia con la posición política de uno porque en su momento expresé que estaba en contra del golpe de Estado y en su momento me iban a designar para llevar el asunto administrativo de la Cuarta Urna y me negué porque consideré que era un ejercicio ciudadano.
¿Llevó casos emblemáticos?
Varios, entre otros, el del extinto expresidente Rafael Leonardo Callejas, la concesión de Conatel y los cinco millones que se perdieron del IPM.
¿Sigue siendo noticia la corrupción en Honduras?
La corrupción es un tema sin fin, pero hay otras formas de corrupción, a veces, legalizada y la aceptamos porque dice decreto de ley tal. En realidad, la corrupción se ha vuelto ley en Honduras.
¿Por ejemplo?
He podido comprobar que por ejemplo cuando se le da más presupuesto a Fuerzas Armadas que a Salud o Educación es una forma de corrupción, porque usted le está fallando a la gente que necesita salud, educación y más ahora por la pandemia.
¿Qué tanta credibilidad tiene el Ministerio Público en este momento?
Ha perdido mucha credibilidad, pues, de alguna manera ha estado emparentado con los intereses del régimen que ya se marchó, del Partido Nacional.
Se ha pedido un juicio político contra el fiscal general, ¿cree que hay base?
Yo no podría decir que sí porque estoy en esa Fiscalía, pero como ciudadano puedo decir que se han dado omisiones perversas, que no se pueden justificar de ninuguna manera.
¿En qué sentido?
Si usted acusa con selectividad, entonces, ¿qué clase de justicia es?,
no hay igualdad ante la ley y eso es inaceptable en cualquier parte del mundo.
¿Anduvo en las marchas?
No soy militante de Libre ni tuve la fortuna de andar en marchas, pero sí agradezco a las personas que anduvieron porque pusieron en riesgo sus vidas por este país y a ellas tenemos que agradecer por esta meridiana paz.
¿Qué piesa del triunfo de doña Xiomara?
Creo que es lo mejor que le pudo haber pasado a un país como Honduras, que una mujer tome las riendas de un país porque las mujeres tienen más sensibilidad, tengo la fe de que hará los cambios necesarios.
¿Qué le han parecido los primeros 100 días?
Creo que ha hecho lo que no se pudo hacer en 12 años, en estos 100 días se derogaron la mayoría de decretos que estaban repartiendo el país como un pastel de cumpleaños.
¿Hacia dónde va el Ministerio Público?
Tiene que mejorar y las personas que se ven limitadas en tomar decisiones lo mejor que pueden hacer es marcharse. Lo que venga será mejor, yo espero, por ejemplo, que se respete la carrera de fiscal y tengan más independencia.
Siempre se dijo que usted era el fiscal idóneo contra la corrupción, ¿se siente marginado?
No. Ese cargo era público porque a la gente le gusta saber en qué se destina el dinero público. Ahora, estoy haciendo un trabajo en el Módulo Estratégico de Persecución Penal (MEP), buscamos la forma de humanizar la justicia, sacando a personas injustamente privadas de libertad, hemos aliviado a muchas personas.
¿No es un desperdicio tenerlo ahí?
Hay cambios generacionales también, pero como le dije la cuestión política pesó bastante para que se diera ese cambio. De todos modos, en cualquier trinchera que se esté, uno tiene que dar la cara.
¿Cómo es su relación con el actual fiscal?
Normalmente, los fiscales generales tienen relación con los jefes inmediatos, otros han tenido apertura con todos los fisales pero al actual solo lo he visto una vez.
¿Conoció al “Fiscal de Oro”?
Sí, Orlan Chávez fue compañero mío desde la Facultad de Derecho, una de las personas que más admiraba. Trabajaba en la Pepsi como repartidor de refrescos, muy humilde, llevaba dos carreras a un tiempo, Derecho y Economía y en las dos fue el mejor. Entregado a su familia, una persona muy buena, a veces uno necesita tener un conocimiento más de la realidad para saber en qué bando está trabajando, porque la ingenuidad lo puede llevar a malos derroteros, creo que es un ángel y ese calificativo de “Fiscal de Oro” está más que atribuido.
¿Ya anda carro propio?
No, a veces me da jalón un primo.
¿Casado?
Casado y con una familia de cinco hijos y dos nietos.
Viene el nombramiento de la CSJ, ¿qué espera?
El pueblo ha dado un mensaje muy claro en las urnas y espera una justicia más equitativa y no selectiva. La gente piensa que si no le hacen nada al que se roba millones no se tiene que preocupar si se roba mil.
¿Qué comentarios tiene del Código Penal?
El Código Penal está diseñado para encarcelar a las personas de perfil medio o bajo pero no los altos cargos. Es un instrumento de la burguesía para tener limitado a los pobres. Le voy a poner un caso en el sistema administrativo: un presidente le dice a un subordinado que haga una inversión que resulta mala. El subordinado tiene que hacerlo porque si no lo hace, lo corren, pero usted como fiscal cómo va a sacionar el comportamiento del presidente si dio la orden de boca y nada por escrito y normalmente el procedimiento penal contra los presidentes es con prueba escrita.
Esas últimas reformas, ¿son buenas o malas?
Se hizo para ayudar a algunos personajes que estaban procesados por varios delitos y crearon otros delitos como criminalizar las protestas.
¿Luis Redondo está nombrado legalmente?
Para mí, es el nombramiento más legítimo que ha habido en este país porque la legalidad de un acto esá compuesto por la formalidad del acto y por la legitimidad y lo más importante de estas dos es la legitimidad y usted vio un pueblo contra unos actos que violentaron la formalidad.
¿Y la amnistía para presos políticos?
Creo que la amnistía de alguna manera es un ejemplo de reconciliación para toda la sociedad hondureña que está polarizada.
¿Ha pensado retirarse del MP?
Vamos a ver qué determinación tomamos en un momento.
¿Otra novela?
Sí, vamos a hacer una novela sobre una escritora hondureña que tuvo bastante vigencia en Honduras y aventuras por varias partes del mundo.
Él es…
Milson Salgado nació el 18 de agosto de 1972 en San Ignacio, pero creció en la Villa de San Francisco, ambos municipios en el departamento de Francisco Morazán. Es abogado, licenciado en filosofía y fiscal del Ministerio Público desde 1996. Además de Maldito Corazón, ha escrito tres novelas más: Te dirán que me fui lejos (2003), Qué hay detrás del mar (2016) y No llames Corazón a lo que tienes (2019). Es colaborador de las obras Constituyente en Honduras (2011), Breve Historia de la Villa de San Francisco (2011), Cien años de corrupción en Honduras (2017), Corrupccionario. Real Academia de la Robancía Nacional (2019).
