Día de la Madre: INFORME A DOÑA MENCHA

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15 de mayo de 2022
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12:17 am
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Día de la Madre: INFORME A DOÑA MENCHA

Juan Ramón Martínez

Juan Martínez Cruz (Concordia, Olancho, agosto 8, 1908- Tegucigalpa julio 6, 1999) y Mercedes Bardales de Martínez (Olanchito, 1 agosto, 1916- Olanchito, mayo 5, 2001)

Hace 21 años que no contamos con su presencia física. Se nos fue, casi dos años después de Juan Martínez, nuestro padre. Pero fíjese que ambos, están más presentes en nuestras vidas, en el centro de los diálogos y en el corazón de las anécdotas, que antes. Alrededor de su carácter firme, su visión de la vida y los valores que le permitieron formarnos, tejemos historias en las que, siempre es la heroína de nuestros más vivos recuerdos. Como católicos, estamos seguros de la existencia de su alma que, nos anima, dirige y se preocupa por nosotros, cuando no sabemos qué hacer, perdemos el rumbo e incluso cometemos errores, vigilando nuestros pasos. Pero por su gusto por las cartas, incluso las escritas a nombre de nuestro padre que, no era muy expresivo con su familia; y usted escribía en su nombre, interpretando o inventando sentimientos inexistentes, con hábiles palabras, quiero escribirle para contarle que ha ocurrido, en estos 21 años de su ausencia terrenal.

Como le gustaba empezar, le informo que estamos bien. Sus siete hijos, orgullo que su capacidad para luchar contra la muerte, sin la penicilina que no había llegado al país y enfrentada al paludismo que estaba en cada rincón de los barracones bananeros donde empezó su enorme tarea, estamos bien. Incluso yo, el mayor que, con achaques, la celebro, la honro y la dignifico, con los olvidos inevitables que usted conoció, fue necesario que Carmen, me recordara desde Holanda el aniversario de su muerte. Lo más importante: cada día estamos más unidos. Dos de sus hijas viven en el exterior: Titina, en Estados Unidos junto a Marck Bedford como fue su deseo, antes de dejarnos; y Carmen, viuda, pero con una nueva pareja, Wop Zuidema. Vany Edgardo, sigue en Tocoa, a su ritmo, Toña está en Olanchito, envejeciendo, pero siempre alegre y animada; Jorge Abel, que heredara igual que yo el glaucoma de papá, está bien y viviendo, solo; pero independiente. Heredero de su cariño y con ánimo de dar amor a todos, viaja a los lugares en donde están sus recuerdos, — usted en el centro — sus amistades, sus comadres y, sus ahijados que, pese a su memoria, sospecho que ignora el número total. “Pepe”, al fin, después de una vocación que nos enseñó, no dejar el trabajo, está jubilado. Yo, sin opciones, sigo activo, con las dificultades de la edad, haciendo lo que más me gusta, escribiendo y publicando. Recientemente conté como me formé, el año 1955 que no pude estudiar por las dificultades económicas familiares, gracias la revista Bohemia que usted, todos los viernes me mandaba a comprar a la estación del tren y que, yo a caballo, venía leyendo porque al llegar, usted ejercía su derecho de primacía y se inclinaría a leer, recuerdo bien, primero que todo, la sección de sucesos que, en aquella revista, presentaban en forma de cuentos muy bien escritos. Sigo escribiendo con mayor entusiasmo que cuando estaba con nosotros, publico más y tengo más amigos y “enemigos” por supuesto. Nunca olvido, cuando recibo ataques o sufro encontronazos que, a usted no le gustaba que criticara a la autoridad, porque había hecho su vida consciente en la dictadura de Carías y de Lozano Díaz. Pero como le dije, una vez, aunque experimento miedo a la venganza, sigo escribiendo con el mismo entusiasmo con que usted salvaba a los niños recién nacidos de una muerte anticipada, escribiendo, oponiéndome y apoyando lo que creo es bueno para Honduras. Además, le cuento que, después de la radio que sabe que empecé a practicar en Olanchito, ahora hago televisión en Canal Diez, con Rodrigo Wong Arévalo, un amigo que la vida me ha dado, casi al final de mis días, posiblemente debido a que usted creó las condiciones y el estilo para que, a nuestro paso, junto a los cardos y las espinas, florecieran las rosas blancas de la amistad. Todos sus yernos – con la excepción de Leo Truyjens que falleció en Tegucigalpa—y nueras, están bien. Cumpliendo con sus obligaciones, algunas con sus parejas; otras ligeramente, distanciados. A usted nunca le gustó que hablara de esto. Sus nietos, han aumentado. Ahora además de “Tito”, José Ernesto, Elia, Alejandra María, Juan Fernando, José Abel, Gabriela, German Leonardo, Juan Francisco y Javier, Jan Raymond y Chantal Truijens Martínez; Gabriela, José Abel Funes Martínez, German Leonardo, Juan Francisco y Javier Coello Martínez; Ana Mercedes, Jorgito, Juan José y Carolina Martínez; Mayra, Ligia, “Pepito” y Wylito Fúnez; Daguito, Juan Gabriel, Mauren Alejandra, Anamaría y Marianela Martínez; Ligia María Martínez García, Gilma Horania, Ángeles Mercedes, Buena Julissa, Vanny Edgardo, Juan Gabriel Martínez Garín, que están aquí en Honduras, otros en Estados Unidos, en Canadá y Europa, (en España y en Holanda). Los bisnietos han aumentado y algunos de ellos ya son profesionales universitarios, cosa que le habría llenado de orgullo, en razón de lo cual se lo cuento. Los mayores que usted conoció, Mayra Martínez Fúnez, se especializo en biología; pero trabaja con los veteranos en Estados Unidos; José Leónidas, es ingeniero agrónomo, Ligia Mercedes – la que más se parece a usted— estudió derecho, Ana Isabel Martínez Bulnes, tiene una maestría en investigación científica orientada al cáncer de páncreas y Juan Ramón Martínez Bulnes, pronto terminará su maestría en computación electrónica; Luis Gabriel, terminó sus estudios de derecho, igual que José Dagoberto Martínez Urbina, a quien usted conoció cuando era fiscal en Olanchito. Le cuento que mi primera nieta, Ana Isabel, contraerá matrimonio el 26 de agosto, en Texas, con Jacob Rassman. Estoy muy contento. De mis otros hijos, los nietos – míos y de mis hermanos— le menciono los que no conoció: Meylyn Beatriz y Willams Fernando, hijos de Juan Fernando y Meylin Pineda; Alex y Ema, de Elia Mercedes y Alex Goñalons Montaner y Jan, –bautizado así en mi honor—hijo de Alejandra María y Samuel Lázaro. Las dos y sus bisnietos, viven en Barcelona. Chantal y Janche, los hijos de Carmencita, ahora tienen, tres bonitos hijos, bisnietos suyos: Jan Trujiens Martínez y Alba Tijlej, han procreado a Belén Emilia, de cinco años e Isolde Mercedes (Menchita, en su honor) de 15 meses y Chantal Trujiens Martínez con Bas Brouver, que perdieron a Tobi Mateo que no pudo sobrevivir– Carmen dice que lo llevan en el corazón–, tiene ahora a Codi Willem de 7 meses. Ellos viven Holanda. Y Mario Girón Matute, el hijo de Alicia que por afecto he convertido a mi hijo, procreó a Mario Francisco – que reside en Estados Unidos y tiene ahora 20 años— con Dulce Oyuela. Todos, dice Carmen, llevan con orgullo el apellido Martínez. De “Pepe” y Mauren, sus bisnietos son, hijos de “Pepito”: Daguito, — que se graduó de doctor en química y Farmacia— y José Alejandro Martínez Flores; de Luis Gabriel y Bety Palma, procrearon dos hijos: Luis Gabriel, Betty Janeth Martínez Palma y de Mauren Alejandra, casada con Luis Fernando Quiroz, nacieron Lya Fernanda y Luis Fernando Quiroz Martínez. Y de su hijo “Pepe”, con Rosario Bueso: Ana María, tiene dos robustos bisnietos que honran la familia fundada por usted y Juan Martínez: Henry Gabriel y Matews Siman Martínez. Marianela que se graduó de médico el año pasado, está soltera todavía. Juan Manuel, hace estudios universitarios en Salamanca, España. Gabriela María, hija de Titina, tuvo a Tony que usted creo que oyó hablar de él. Vive en Holanda, así como sus otros hermanos. Los otros hijos de Titina: José Abel, que tiene con él a Diego José, residente en Estados Unidos y es todo un caballero que al final, atendió sus consejos, son los siguientes: Gabriela María, que reside en Holanda con su esposo Serge Naten, tiene tres varones. Tony Gabriel de 21 años, Noah y Fabyan, German Leonardo, aunque vive con su pareja, no tiene descendencia; Juan Francisco, que sigue en la marina de Estados Unidos, donde ha hecho carrera, tiene con la filipina Michelle Hernández, a Yay Alexander y Arya Isabella; y Javier, que tiene un hijo, Romeo Alexander. De los hijos de Vany Edgardo, tiene los nietos siguientes: Ligia María Martínez García, tiene los hijos y un nieto: Juan Miguel, Luis Daniel, Santos Martínez, Diego Emilio, Mateo Dagoberto Rodríguez Martínez y ya tiene un nieto llamado, Miguel Alexander Santos Martínez. Hijos de Vany Edgardo y Gilma Marín: los nietos son: hijos de Gilma Horania: Victoria Alejandra, Juan Alberto y Gilma Denisse; de Ángela Mercedes Martínez Garin: Milton Lenin, Vanny Alexander, Ángela Nicole y Ángel Alexander; de Buena Julissa Shelsy Gabriela: Mía Samanta y Madisson Nicolle; de Vany Edgardo Martínez Garín: Glenas Invania; y de Juan Gabriel: Gabriela, Jasmine, Ian Mateo y Danna Gabriela. De “Toña”, “Pepito” Funes Martínez tiene con Gladis Díaz a Ligia Mercedes Funes Díaz y Juan José Fúnez Díaz; y, Ligia Mercedes y Carlos días, han procreado a Ligia Mercedes Díaz Fúnez. De Francis Fúnez y Astor Fiallos, han nacido Silvia Maciel, Rosa Estefanía y Astor Guillermo Fiallos Fúnez. Rosa Estefanía, tiene una niña, llamada Gianna Camille Flores Fiallos. En fin, le cuento que Ana Isabel, contraerá matrimonio con Jakob Rassman y se irán a vivir a Austin, Texas. Y José Ernesto Martínez Midence, está muy bien de su salud; y ha publicado su primer libro de poesía, “El Idilio de las Flores”.

Otras noticias. De la segunda generación, han fallecido dos de sus nietos. Juan Ramón Fúnez Martínez, el 23 de marzo de 2015 de una meningitis incontrolable y Juan Gabriel Martínez Urbina, que falleció víctima del COVID- 19, el 2 de abril de 2021. Los dos golpes, muy fuertes, nos afectaron como familia. Además, le cuento que murieron, Wladimiro Cano, quien le cantara en su funeral, Enrique y Jairo Bardales, Orly Colindres, Isolina Morales, Guillermo López (Mito), doña Toya Sosa, Estela Nicoly, Yolanda Ramírez de Sosa, Tulio Sosa, Lidia Trejo y Romancito Hernández.
PD. Enfermé de COVID-19. Lo superé porque estaba vacunado. He meditado sobre mi muerte. Y siguiendo su ejemplo, estoy preparándome. Cada día, tengo menos miedo al paso a la vida eterna. Por supuesto, no supero su fe y fortaleza. Y, además, como aquí la inseguridad está aumentando, considero la posibilidad de exilarme en algún otro país, bien España, Canadá o Estados Unidos. La intolerancia en contra de los que disentimos, está empezando a coger fuerza. Adiós mamá.
Tegucigalpa 8 de mayo de 2021

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