Por: Jorge Roberto Maradiaga
Doctor en Derecho Mercantil, catedrático universitario y especialista en Derecho Aeronáutico y Espacial.
Hoy en día hemos tenido un avance sustantivo y efectivo con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación en todos los campos del accionar humano y ello se evidencia en el contexto global, con la particularidad que los países más evolucionados en el campo tecnológico han tenido un avance más significativo, generando obviamente un cambio evidente en el contexto de la economía.
La pandemia aceleró y reconfiguró la digitalización de la economía. Ha generado competitividad y un nuevo impulso para la creación de otras industrias y servicios, que han llevado a varios países a liderar la llamada economía digital.
La digitalización es un proceso en continuo desarrollo que está cambiando la realidad económica y social. La transformación digital ofrece un instrumento para cambiar su patrón de crecimiento y alcanzar un desarrollo estable, sostenible e inclusivo a mediano y largo plazo. El proceso de digitalización no solo lleva asociado un elevado dinamismo, sino que además está transformando las economías y las sociedades, exigiendo nuevas reflexiones sobre el impacto de los cambios tecnológicos en los paradigmas existentes. La creciente importancia de la conectividad, la elevada penetración del Internet de las cosas, la aplicación de sistemas de inteligencia artificial o el análisis avanzado del big data constituyen avances digitales plenamente consolidados.
La digitalización no solo lleva asociado un elevado dinamismo, sino que además está transformando las economías y las sociedades, exigiendo nuevas reflexiones sobre el impacto de los cambios tecnológicos en los paradigmas existentes. La creciente importancia de la conectividad, la elevada penetración del Internet de las cosas, la aplicación de sistemas de inteligencia artificial o el análisis avanzado del big data constituyen avances digitales plenamente consolidados
La economía digital está presente en todos los ámbitos de la sociedad. En este periodo de emergencia sanitaria los negocios se han vuelto mucho más digitales o se han mudado a la digitalización, los que no lo hicieron han padecido consecuencias, tal como lo evidencian los hechos concretos.
La digitalización no solo genera un elevado dinamismo, sino que además está transformando las economías y las sociedades, exigiendo nuevas reflexiones sobre el impacto de los cambios tecnológicos en los paradigmas existentes. La creciente importancia de la conectividad, la elevada penetración del Internet de las cosas, la aplicación de sistemas de inteligencia artificial o el análisis avanzado del big data constituyen avances digitales plenamente consolidados.
El gran reto al que se enfrentan las sociedades en relación con la transformación tecnológica en curso es lograr que la misma, principalmente la digitalización, y los desarrollos e innovaciones conexas, como la inteligencia artificial, se oriente hacia el progreso humano, social y medioambiental. Porque los nuevos desarrollos tienen un potencial sin precedentes para propiciar sociedades más justas, más democráticas, más eficientes, pero esa misma potencia podría también derivar en una fuerte concentración del poder de mercado, así como del poder político y económico, cuestionando y deteriorando esa capacidad transformadora de la digitalización.
Según analistas, las cifras proporcionadas por la académica universitaria en la región Asia-Pacífico se incrementó el comercio electrónico (e-commerce), hasta 90 por ciento, sobre todo de personas que han accedido a negocios de venta minorista. En el top ten de los países que más compran en el mundo, se encuentran cinco naciones del mencionado perímetro: Indonesia, Tailandia, Malasia, Taiwán y Filipinas, que está en décimo sitio.
Entre las actividades que han aumentado sus ingresos están la moda y la belleza con un agregado de 27 por ciento respecto a 2019; los ámbitos que han descendido son los relacionados con los viajes, incluido el hospedaje, que bajó hasta 51 por ciento en el orbe. Se puntualiza, que el país que más eroga de manera general es Corea del Sur; en el caso de gasto per cápita vía online, el sitio de honor lo tiene China y en seguida la misma Corea del Sur, y ambos están por arriba del promedio global. En cuanto a banca y servicios financieros, Tailandia ostenta el número uno y Corea del Sur el noveno; para las tarjetas de crédito, Surcorea tiene también el tercer lugar mundial.
Respecto a pagos en línea a través de los teléfonos celulares Singapur está a la cabeza y China se encuentra en décimo sitio. Respecto a otros servicios, como es el caso de contenidos digitales, China se encuentra en el primer lugar mundial, únicamente por delante de México que es el segundo mayor consumidor planetario de este servicio. En lo referente a comida a domicilio, tres países asiáticos figuran en la lista de los 10 principales: Indonesia es el número uno, Malasia el tercer lugar y en el décimo se encuentra Tailandia.
Hemos querido hacer la relación anterior, pues la economía digital es la “nueva economía a través del uso de la tecnología y es un imperativo que en nuestro país se materialice una accionar de tal naturaleza.
