Optimización de los combustibles

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19 de mayo de 2022
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12:01 am
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Optimización de los combustibles

Por: Antonio Flores Arriaza
Consultor en seguridad vial

Los precios de los combustibles derivados del petróleo van sistemáticamente de subida. El gobierno nacional poco a nada puede hacer para parar esos precios porque es un proceso mundial, en gran medida y desde antes, efecto de la guerra en Ucrania y de las sanciones que Occidente está aplicando a Rusia mientras que, los países árabes productores de petróleo, respondieron que no aumentarán su producción para compensar la falta del petróleo ruso. No hay que olvidar que Rusia es parte de la OPEP+1.

Es así que, un país pobre como Honduras, que no produce petróleo y debe importarlo en su totalidad, debe buscar formas para superar optimizando el uso de los combustibles derivados del petróleo, muy especialmente las gasolinas y el diésel por los acuerdos de la COP26 (noviembre 2021). Optimizar debe ser una importante estrategia. Y esto no pasa por medidas que, realmente, impactarán negativamente nuestra economía como el “hoy no circula” que reduciría la productividad ya que, en un país pobre, la mayoría de la gente se moviliza por razones de trabajo y no por diversión (que también es un derecho y recurso para la salud mental, hoy tan afectada por el aislamiento provocado por la pandemia: al contrario, para salir de la depresión mental que afecta nuestra productividad: hay que movilizarse). Así que, el “hoy no circula” vendría a matar nuestra economía real.

La optimización no pasa por el “hoy no circula”. La optimización debe pasar por la eficacia de los motores que utilizan esos combustibles.

Una de las principales fuentes de contaminación, en mucho por la falta de motores funcionando perfectamente por inexistente mantenimiento preventivo y por inspecciones vehiculares subjetivas basadas en preguntas a los propios conductores o por revisiones visuales en búsqueda de evidencias gruesas de mal funcionamiento, son todas: medidas totalmente insuficientes. Allí mira usted hasta vehículos de año reciente que van dejando una cortina de humo tras de ellos. O calles y carreteras dañadas por el goteo de carburantes y aceites sobre la carpeta asfáltica que resulta dañada. Y, no digamos la salud pública y lo que estamos tratando: el aumento de consumo de dichos combustibles por pobre optimización de su uso por los motores en mal estado. Sin mantenimiento preventivo.

La inspección del parque vehicular, que ya sabemos pulula con vehículos importados de USA en dudoso estado mecánico y peor mantenimiento una vez que operan en el país, debe ser realmente con recursos tecnológicos accesibles que ya existen en los países avanzados. La revisión objetiva, tecnológica avanzada y científica de los vehículos para diagnosticar oportuna y objetivamente los funcionamientos mecánicos y tecnológicos insuficientes, incorrectos o deficitarios para obligar a aplicarle correcciones precisas que eviten el mal consumo de carburantes debe ser la estrategia que se debe seguir y que impactará, no solamente en la reducción de la factura petrolera, sino que ayudará en la prevención de la salud respiratoria de la población y en la reducción del daño de las vías públicas, sin mencionar, la demanda hospitalaria para la atención de los constantes accidentes de tránsito causados por vehículos sin mantenimiento preventivo y sin inspecciones tecnológicas actualizadas.

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