Gregor MacGregor y Poyais: historia de una estafa en La Mosquitia

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21 de mayo de 2022
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12:02 am
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Gregor MacGregor y Poyais: historia de una estafa en La Mosquitia

Por: Juan Carlos Arosemena*

La ficticia República de Poyais pasó a la historia como una de las tretas financieras mejor pensadas y articuladas de inicios del siglo XIX. Fue concebida por el escocés Gregor MacGregor quien se proclamó cacique de ese lugar. Entre 1822 y 1827, MacGregor pudo hacerse con un millón de libras esterlinas gracias a la compra de títulos y empréstitos en Inglaterra y París (Toussaint, 2016).

La vida temprana de MacGregor fue difícil. Vivió en un contexto convulso y de restablecimiento del orden mundial con hechos como el fin del absolutismo y los procesos de independencia de las colonias españolas. En su juventud, en Londres, conoció al prócer venezolano Francisco de Miranda a quien decidió seguir hacia América llegando a convertirse en general de brigada. También, batalló bajo el mando del libertador Simón Bolívar, de quien se emparentó al casarse con su prima Josefa Aristeguieta.

Como es sabido, las guerras de independencia latinoamericanas eran financiadas, en parte, por Gran Bretaña para debilitar a España e “introducir bienes manufacturados a esos territorios” (Revelo, 2009, p. 131). Guillermo Arosemena, citado por Revelo, indica que “a partir de 1812 “se despertó en Inglaterra una fiebre de inversión y especulación hacia América Latina”. Esto significó la aparición de empresas inglesas que buscaban hacer negocios en minería, comercio y finanzas y transporte naviero (Revelo, 2009, p. 131).

El mismo Simón Bolívar en una carta de 1823 dirigida a Antonio José de Sucre reconocía que “Inglaterra (…) desea formar una liga con todos los pueblos libres de América y de Europa contra la Santa Alianza, para ponerse a la cabeza de los pueblos y dirigir el mundo. No es interesante para Inglaterra que una nación europea como España mantenga una posesión como Perú en América (…). Es por eso que bajo un pretexto cualquiera, Inglaterra apoyará la independencia de Perú” (Bolívar, 1823).

El proceso de expansión de Gran Bretaña generó un ambiente fértil de emprendimientos y de optimismos entre sus ciudadanos que fue aprovechado por MacGregor, el cual, venido a menos por su fallida invasión a Panamá, producto de un descuido suyo, sufrió el desprecio de Bolívar y empezó a piratear en el caribe e incluso abandonó a su suerte a sus propios hombres cuando se vio en problemas.

Su ambición lo llevó a idear un lugar paradisiaco que situó en lo que hoy es La Mosquitia hondureña. El Reino o República de Poyais era privilegiado por su tierra fértil, agradable clima, playas de ensueño, campos inmensos para el ganado, pesca abundante y pepitas de oro por doquier en sus ríos. Lo poseía todo, pero carecía de intrépidos colonos dispuestos a forjar una nueva vida en esta jauja caribeña.

MacGregor retornó a Londres. “Empezó a presentarse en sociedad como el “cacique” de Poyais (…) alguien de rango intermedio entre un gobernador y un virrey” (Rodríguez, 2018). Tuvo mucho éxito y era bien considerado entre la alta sociedad londinense. Para ese entonces, América ya había enriquecido a las coronas europeas durante siglos. ¿Por qué Poyais no debía ser el caso? Aparte, MacGregor presentó elementos de Poyais como el dólar de ese país, que astutamente logró imprimir en un banco, bonos de deuda, títulos, su propio libro -Sketch of the Mosquito Shore Including the Territory of Poyais- con sus límites, ilustraciones de sus paisajes e incluso canciones. Incluso contaba con una capital, Saint Joseph, poblada por 20 mil habitantes; además, de una catedral, banco central, parlamento, palacio de gobierno y una constitución.

Cuando llegaron los primeros colonos en 1822 no encontraron más que playas espectaculares. No había un ápice de civilización en aquel lugar. Sobrevivieron como pudieron hasta la época de lluvia que trajo mosquitos junto a enfermedades como fiebre amarilla y malaria. El desasosiego se apoderó de ellos e incluso uno llegó a suicidarse. Toussaint indica que solo 80 de 250 colonos sobrevivieron y 50 regresaron a Londres (Toussaint, 2016).

Después de la muerte de Bolívar en 1830, MacGregor pudo regresar Venezuela. Terminó sus días en 1845 en Caracas convertido en ciudadano venezolano y como general de división de reserva. Las nuevas autoridades al parecer no estaban al tanto de su pasado timador y era recordado por su heroica participación en la independencia.

* Diplomático, filósofo, Lic. en Relaciones Internacionales y Jefe de la Sección Consular de la Embajada del Perú en Honduras.

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