El éxito japonés en la contratación de funcionarios estatales

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23 de mayo de 2022
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12:04 am
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El éxito japonés en la contratación de funcionarios estatales

Por: Carlos G. Cálix
carlosgcalix.com

Hace algunos años conocí a un japonés que me dio una óptica interesante de la vida. Nos conocimos durante un Foro Mundial de la Microempresa (Foromic) desarrollado en Santiago de Chile. En el transcurso de la conversación, me dijo que con mucho esfuerzo había logrado incorporarse al Banco Interamericano de Desarrollo y que ahí, había conocido a varios latinoamericanos con un alto nivel profesional. Me habló de ecuatorianos, colombianos, peruanos y por supuesto de centroamericanos que estaban desarrollándose y haciendo más grande a los Estados Unidos de América.

Me dijo que, a él esos latinoamericanos lo criticaban constantemente porque les mencionaba que con sus talentos no deberían de estar en el país del norte, sino que tendrían que ayudar a sus propios países de origen, pero ellos en lugar de verlo como una sugerencia, le replicaban preguntándole las razones del por qué él no hacía lo mismo y se regresaba al Japón. El japonés a quien llamaremos Naoto, me dijo que les respondía: -“Yo no estoy en Japón porque soy un ciudadano de segundo nivel, si fuera de primer nivel, estaría sirviendo a mi país”-.

Indudablemente, para un latino escuchar esto resulta impresionante. Así que me dediqué a verificar si era cierto, de igual forma, encontré un artículo muy interesante de Hosoda Haruko y Sakai Kazunari, en el que se habían preguntado, ¿Son los funcionarios japoneses el estándar mundial? De hecho, en el momento de escribirlo, los autores se habían dado a la tarea de analizar la reforma del sistema de funcionarios estatales, así como, un nuevo sistema de exámenes para la contratación de funcionarios. Los grupos tradicionales de funcionariado (tipos I, II y III) serían adaptados a una nueva división (“coordinación”, “general” y “especialización”), y se realizarían reformas en cada división.

Según la Autoridad Nacional de Personal, los puntos principales de la reforma empezaron por, en primer lugar, un cambio hacia una gestión de recursos humanos basados en la capacidad y los resultados y, corrigiendo drásticamente el sistema de exámenes para la contratación de funcionarios y, tras el reclutamiento, implementar un sistema de ascensos según la capacidad y los resultados obtenidos en el trabajo.

En segundo lugar, cambiaron el sistema que tenían, por un marco independiente de exámenes, dirigido a posgraduados, que los dividió atendiendo a la coordinación de cara a explotar nuevas fuentes de recursos humanos.

En tercer lugar, para asegurar un espectro lo más amplio posible de funcionarios en esa división de coordinación, se buscaron medidas para examinar dando importancia a las habilidades básicas de planear y organizar un proyecto, al mismo tiempo que se creó un marco de exámenes dirigido especialmente a los trabajadores con experiencia en empresas privadas, entre otros.

En cuarto lugar, pusieron un énfasis especial en la inteligencia y la capacidad de discusión y planificación, con base en un concepto de conocimiento más amplio: examinar la habilidad básica centrada en el pensamiento lógico y la aplicación práctica al trabajo, más que en la cantidad de conocimientos, así como la capacidad de deliberación y presentación de políticas.

Lo que más llamó la atención de todo esto fue la creación de un marco independiente de exámenes dirigido a los posgraduados y el énfasis en examinar las habilidades básicas para planear y organizar un proyecto con el motivo de diversificar el personal.

Así que, Naoto tenía razón, por tanto ¿se imaginan se pudiera valorar el capital humano en nuestro país?, ¿se imaginan que servir a la sociedad a través de una empresa, pueda ser considerado un honor y servir a la sociedad a través de un gobierno, pueda de ser el más grande honor que un ciudadano pueda efectuar?

En Japón dejaron de imaginar, y lo hicieron realidad. En Japón cayeron dos bombas atómicas, pasaron por varios tsunamis y se volvieron a levantar. En Honduras, cayeron dos bombas de corrupción e impunidad, hemos pasado por varios huracanes de pobreza, pero al igual que los japoneses, los hondureños, nos podemos levantar.

En este sentido, creo que: servir a la sociedad a través de una empresa, debe ser considerado un honor y servir a la sociedad a través de un gobierno, mediante un eficiente proceso de selección, debería de ser el más grande honor que un ciudadano pueda efectuar.

Tomado del libro “La Señora Presidenta ¿Una solución o un problema? Y publicado bajo la sección “A modo de sugerencia para quienes quieran trabajar en el gobierno”.

[email protected] Carlos G. Cálix es profesor del Doctorado en Dirección Empresarial en la UNAH y cofundador de diversas empresas. Tiene un postdoctorado por el CONICET en el IIESS-Argentina. Autor de El fin de la democracia y el último liberal, El modelo de desarrollo que La Ceiba necesita y La Señora presidenta ¿Una solución o un problema?

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