Uno es una pila eléctrica, el otro un maestro zen, pero Jürgen Klopp y Carlo Ancelotti comparten el cariño unánime de sus jugadores y un sentido del cuidado de los detalles que han llevado al Liverpool y al Real Madrid a poder pelear por el título el sábado en la final de la Liga de Campeones.
Cuatro años después de la final ganada (3-1) por el Real Madrid de Zidane, los dos equipos vuelven a medirse tras sendas exitosas temporadas.