Aun podría haber más medidas de ahorro que implementar
Por: José Israel Navarro Carrasco
Coronel de Aviación ®
Desde siempre, la humanidad de una u otra manera en momentos difíciles de su economía, se ve obligada a implementar medidas de ahorro, que a veces es drástica, sacrificando compras superfluas, ahorro de energía eléctrica, ahorro de líquidos (agua, combatible), etc., todo con el fin de sobrevivir.
En Honduras, a raíz de muchas situaciones tanto exógenas como internas, hemos entrado en una espiral ascendente inflacionaria, que ejerce presión sobre la paupérrima economía del Estado como sobre todos nosotros, la mayor amenaza es ocasionada por el combustible, que cada semana aumenta el precio por galón y hace que se disparen los precios de los insumos de consumo diario y los aumentos al pasaje del transporte público.
Ante esto, el gobierno ordenó a sus ministerios, que los empleados públicos trabajaran de forma híbrida, el 50% presencial y el otro 50% de manera Zoom e instó a la empresa privada a hacer lo mismo, pero recordemos que no todos los empleados tienen carro, habrá cierto ahorro, pero no del todo.
El Estado también debería de ejercer mayor control en su gasto generalizado, rebaja de sueldos, menos uso de vehículos nacionales, recortes de viajes innecesarios, ahorro de nombramientos innecesarios y reducir el tamaño laboral del Estado.
Ordenar a la PNH que Tránsito obligue a los conductores del servicio público que desembarquen y embarquen sus pasajeros en las estaciones o bahías diseñadas para tal fin, que no se paren a platicar con los otros conductores de transporte público cuando se encuentran en carriles de doble vía, que no se salgan de la cola que hacen para invadir carril contrario y obligando al que viene a que se aparte, que determine con el IHT a una cantidad tope de carros que exploten las rutas, las mototaxis regularlas, que es otro flagelo que provoca congestionamiento, que Tránsito use las cámaras y multe de oficio, doble propósito regula el tránsito e enriquece el erario público a través de las multas.
Ya que se preocupó por el trabajo por hora, obligue a los dueños de buses que sus empleados (conductores) les asigne un salario mensual, les den vacaciones, su día libre, horas extras y seguro social, etc., dándoles sus derechos laborales, así no harán sus carreras a gran velocidad, evitando accidentes, trancas vehiculares y lucha por obtener sus clientes en su desenfrenada carrera, que ven al usuario como si fuera una figura potencial de dinero y no de cobrar por un servicio, que debería ser de calidad.
Estudiar la posibilidad del “hoy no circula”, pero que sea equitativo, carros particulares y de servicio público (buses, taxis y mototaxis).
Los camiones de carga, que ingresan a las ciudades que sea de madrugada, para estacionarse a dejar su producto en las primeras horas del día.
Las alcaldías que trabajan en reparación de avenidas y calles, que sus labores de reparación las efectúen de noche.
Recordemos que todos los que conducimos por las calles y avenidas cometemos violaciones de la Ley de Tránsito, aun sabiéndolas, porque somos alumnos aventajados del transporte público, los imitamos en todos los aspectos como ser: viramos en U, nos estacionamos donde queremos, etc.
Estudie señora Presidente con su gabinete, las posibilidades de efectuar este tipo de ahorro sugeridas, ya que considero que aún hay medidas de ahorro que implementar, si las sumamos podría haber un ahorro significado, tanto en la factura petrolera del gobierno como en el bolsillo del pueblo, todos los buenos conductores se lo agradeceremos, recordemos como dice el coronel O. Milla los controles molestan, pero son necesarios, de lo contrario derogue la Ley de Tránsito y seguiremos conduciendo a la ley del más fuerte.
Los pueblos tienen sus leyes de convivencia y se aplican para que sus habitantes sean ordenados, a la señora Presidente le corresponde la aplicación de las mismas en todo su orden, para eso tiene sus órganos policiales.