El Real Madrid conquistó su decimocuarta Copa de Europa, con su triunfo 1-0 ante el Liverpool en el Stade de France de Saint-Denis, en un éxito difícil de explicar desde la estadística, que muestra un dominio abrumador del Liverpool, que se topó con el recital de paradas de Thibaut Courtois, el portero de la ‘Champions’, y cayó en el único disparo a puerta madridista.
No hay un dato de la final, que no sea defensivo, que muestre superioridad del Real Madrid sobre el Liverpool. De ahí la grandeza de un deporte como el fútbol, que premió el ejercicio de resistencia del equipo de Carlo Ancelotti y su apuesta táctica para poner freno a un equipo que solamente se había quedado en un partido sin marcar de los 25 últimos que disputó.