El peligro de la cleptocracia

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3 de junio de 2022
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12:02 am
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El peligro de la cleptocracia

Por: Mario E. Fumero

Se denomina cleptocracia los sistemas de gobierno en donde la corrupción llega a un nivel tan grande, que los gobernantes y políticos que forman parte del Estado, se convierten en ladrones compulsivos que de forma sutil sustraen los recursos del pueblo, razón por la cual se desencadena una mayor pobreza, injusticia y lo peor de todo, da origen al nepotismo.

Debemos definir los términos, porque muchos lectores no entienden algunos términos técnicos. Cuando nos referimos a nepotismo hacemos alusión al hecho de dar a parientes, amigos o allegados empleos públicos o reconocimientos, sin evaluar las capacidades ni el derecho de poseer el cargo a desempeñar, ignorando los derechos de otros. De igual forma existe otra palabra parecida, como despotismo, que se refiere a una autoridad ejercida de manera absoluta y arbitraria, sin limitación alguna por parte de las leyes o de otros poderes.

Pero analicemos la palabra cleptocracia. Esta procede del griego clepto, que es “robo”; y cracia, que indica “poder”. Por lo tanto, es un término que se aplica a un sistema de gobierno cuyo dominio está en unos políticos que desde el poder ejercen el robo solapado, por medio del cual se institucionaliza la corrupción y sus derivados como son el nepotismo, el despotismo, el clientelismo político, el tráfico de influencia, el soborno y todos los derivados del mismo, de forma tal que estas acciones delictivas quedan impune, ya que los que tienen el poder están sobre la ley y manipulan la misma para protegerse, lo que les permite actuar con impunidad.

Es por ello que muchos de los aspiran a un puesto político no lo hacen porque quieren servir a la patria, sino porque estando en el poder, le es fácil practicar la cleptocracias, razón por la cual la corrupción se convierte en un mal endémico, difícil de erradicar, como consecuencia de que el sistema se vuelve vulnerable ante el poder del dinero, con el cual no solo se puede comprar el poder, sino las conciencias y planificar, por medio de la propaganda, la modificación de la mente de las personas para ver las cosas al revés, de forma tal que lo malo se vuelve bueno y lo bueno se fue de malo.

¿Qué podemos hacer para evitar que la cleptocracia sea una moda en América Latina? Erradicando la ambición y la codicia del corazón del hombre, y esto no se puede lograr sino experimenta un nuevo nacimiento mediante una conversión, en donde la integridad ocupe el centro de su vida, para no permitir que la ambición desencadene la codicia, la cual es la raíz de todos los males como afirmó el apóstol Pablo (1 Timoteo 6:10), y es la culpable del subdesarrollo de nuestros países latinoamericanos.

El robo y la explotación es una herencia que a través de las generaciones se ha ido transmitiendo de un sistema a otro, y no hay ideología política que se libre de este flagelo, a menos que los que forman el núcleo gobernante sean hombre transformados y que hayan aprendido a respetar lo que no es suyo, principio básico para poder sanear una sociedad del robo descarado que actualmente vivimos, y el cual genera miseria, pobreza y desigualdad, pues siendo un país rico, tristemente un 75% de la población vive en suma progresa.

Si no podemos transformar al hombre de este flagelo por medio de un encuentro con Dios, no queda más remedio que persuadirlo por medio del temor, aplicando leyes rígidas, de forma tal que sea tan fuerte el peso de la ley que antes de tomar lo que de suyo se lo piense trece se. Es bueno investigar como Singapur salió su sociedad podrida, convirtiéndose en uno de los países más próspero del mundo, siendo un modelo en donde se exterminó la corrupción, aunque se tuvo que pagar un alto precio, y no digo lo que hicieron para que no se asusten, investíguelo usted mismo, pues solo así podremos cambiar la cleptocracia que vivimos en Honduras.

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