Noé Pineda Portillo
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Si bien Honduras durante la colonia española, no fue un país pobre, pues tenía incluso más de lo que otras provincias producían, pues en algún tiempo llegó con las aportaciones de oro y plata a suplir lo que la Capitanía General de Guatemala tenía que mandar a la Caxa Real de España. No fue sino con la decadencia del Período colonial y el resurgir de los movimientos revolucionarios de independencia que las provincias también decaen económicamente.
Vino la Reforma Liberal, a finales del siglo XIX, con el binomio Soto-Rosa en Honduras, y es cuando estas provincias ya transformadas en estados-repúblicas, después de un período de crisis, empiezan a caracterizarse como Estado-nación, es decir, la entrada del capitalismo con todos sus defectos, cambia el movimiento económico, se entra al comercio mundial a través de explotaciones mineras y la agricultura de plantación. Desgraciadamente, a diferencia de los otros países de la región, no había capital nacional para invertir o coinvertir con capital foráneo y eso dio lugar a un monopolio que nos afectó en la acumulación de capital nacional para invertir y cambiar la fisonomía de un país que a estas alturas estuviera rodeado de carreteras y ferrocarriles que era la base y aún lo sigue siendo para la movilidad comercial de los cuatro rumbos del territorio nacional. Todavía, tenemos que, para ir de norte a sur y de sur a norte; de este a oeste y viceversa, hay que pasar por el centro de Tegucigalpa. Esto implica que no ha habido una visión de país, que todavía estamos con los moldes viejos del desarrollo. Y lo bárbaro de esto, es que todavía no nos ponemos de acuerdo para formarnos una imagen de país de aquí a 30 años, tan siquiera. Todavía estamos peleando por yuntas de bueyes, siembras de matas de maíz y cómo montar a caballo.
A raíz de una noticia que viene de México, el periódico rotula así “Honduras entre los países que están lejos de reducir la pobreza”. Honduras, junto con los países de Bolivia, Nicaragua, Paraguay y Haití, son los países de Latinoamérica que más problemas encuentran para reducir la pobreza extrema a la mitad, ha dicho la CEPAL. Se refiere a que como región en América Latina se debe crecer como promedio 4.4% anualmente, mientras que estos países más pobres tendrían que hacerlo por lo menos en un 6% al año hasta el 2025.
El informe de la CEPAL señala que Chile es el único país, en la región latinoamericana, que ya cumplió a la mitad con la reducción de la pobreza, mientras Brasil, Ecuador, México, Panamá y Uruguay se encuentran en camino de lograrlo. Según la CEPAL, en América Latina y el Caribe, existen 222 millones de pobres, de los cuales 96 millones son indigentes, lo que equivale al 18% de la población total.
Las metas adoptadas por los países que integran la ONU hacia el año 2000, para los 15 años siguientes, al adoptar la reducción de la pobreza, era objetivo alcanzar la enseñanza primaria completa, mejorar la salud materna y combatir el VIH SIDA.
Como se ve, los hondureños necesitamos hacer un compromiso serio, al establecer una Visión de País de aquí a unos 20 ó 25 años, donde se establezca claramente las metas de desarrollo; este compromiso debe ser de todos los partidos políticos y apoyar en esas metas al que gane las elecciones generales. Que el compromiso sea con la patria, no solo con el partido político que lo lleva al poder. Esto es si queremos que Honduras no siga con su pobreza secular.
