Hasta 30% de deuda hondureña entra en la categoría de ilegítima
Debido a la supuesta ilegitimidad, proponen una auditoría forense en este proceso de readecuación que impulsa Finanzas.
Entre un 20 y 30 por ciento de la deuda pública de Honduras es indebida o ilegítima, según estimaciones del FOSDEH, que acuerpa las intenciones del gobierno de reperfilar los saldos que ahogan las finanzas públicas, sin espacio para inversión social.
En esta categoría entran préstamos de proyectos fallidos como el Trans-450 o BTR en la capital del país por el cual, los contribuyentes vienen pagando más de 20 millones de lempiras al año sin tener un retorno ya que la obra nunca funcionó.
“Habrá que reconocer que mucha de la deuda que se ha adquirido, es una deuda indebida”, expresó el coordinador de este tanque de pensamiento, Mauricio Díaz Burdeth. “Quién va a pensar que lo del Trans-450 es un asunto honesto”, cuestionó.
“Quién va a pensar que dinero que se entrega por parte de los bancos justo semanas antes de procesos electorales y se entrega a la gente no sea incorrecto”, dijo en alusión a un préstamo por 70 millones de dólares que hizo el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) al gobierno del exmandatario, Juan Orlando Hernández en el contexto de las elecciones generales del 2021.
Al menos, 45 millones de dólares de este préstamo fueron repartidos en ayudas a personas afectadas por las tormentas Eta y Iota semanas antes del 28 de noviembre de ese año.
Una de las propuestas “es hacer una auditoría forense de la deuda, quién tiene responsabilidad y qué responsabilidad le corresponde al gobierno”, planteó Díaz Burdeth.
Calculó que “entre un 20 y 30 por ciento” de esta deuda es indebida o ilegítima, más de 4,800 millones de dólares de un total estimado a diciembre de este año que rondó los 16 mil millones de dólares.
El FOSDEH asegura que es más el nivel de deuda por alrededor de 20 mil millones de dólares ya que el país está pagando capital e intereses para amortizar un saldo similar a este.
“Es fundamental hacer esa revisión, pero indudablemente, es un tema que no les agradará a los bancos. Probablemente, el Fondo Monetario Internacional tendría muchas dificultades para abordarlo. Sino se aborda, el problema seguirá igual o peor”, apuntaló. (JB)
