En la medida que se empiece a cambiar el hábito de consumo de la población se importará menos, estimaron desde el gobierno.
Autoridades de gobierno incentivaron a la población a consumir productos nacionales para reducir el histórico déficit comercial negativo que cada vez más ejerce presiones en las fuentes de empleo, divisas y el aparato productivo.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), Pedro Barquero, amplió que el país enfrenta una inflación importada en el contexto de un déficit comercial que data de años, por tanto, se deben realizar cambios estructurales.
“Estamos mal acostumbrados a importar mucho y exportar muy poco, tenemos que comenzar primero a consumir lo nuestro”, expuso el funcionario para luego referir que “cada uno de nosotros como hondureños cada vez que vayamos a comprar a mercados y supermercados tenemos que buscar el producto nacional porque de esa manera estamos cuidando nuestra economía y los empleos en nuestro país”.
Barquero explicó que cada vez que se compran productos extranjeros se cuidan los empleos en otro país. “Entonces busquemos productos hondureños y ayudemos a nuestros agricultores y emprendedores en los temas de alimentos a nivel nacional”, insistió.
En la medida que se empiece a cambiar el hábito de consumo se importará menos y en la medida en que se estimule la producción nacional y las empresas, se exportará más para balancear el intercambio comercial de mercancías generales que en este momento es negativo.
“Todos los temas macroeconómicos están entrelazados entre sí, cada una de las variables afecta a otra, importar mucho más de lo que se exporta le pone presión a la moneda porque incurre en fuga de divisas”, amplió.
Pedro Barquero señaló una gran ventaja-desventaja de las remesas convertidas en una fuente relativa de estabilidad de la economía nacional.
“Sino fuera por las remesas nuestra economía fuera otra completamente diferente, las remesas son el salvavidas, y qué contradictorio, las personas que se tienen que ir huyendo de nuestro país por la falta de oportunidades, son las que están salvando nuestra economía”, concluyó.
DATOS
Balanza comercial: Parte de la Balanza de Pagos que registra solo las transacciones de bienes de un país con el resto del mundo durante un período determinado. Cuando el valor de las importaciones excede al valor de las exportaciones, se dice que la balanza comercial está en déficit. Cuando la situación es la inversa, se dice que la balanza comercial tiene superávit. El déficit comercial de enero a abril del 2022 se disparó a 2,585.9 millones de dólares, superior en $464.3 millones (21.9%) de forma interanual. Las importaciones sumaron 4,741.3 millones de dólares, frente a exportaciones de 2,155.4 millones de dólares en ese periodo de cuatro meses.
CONSECUENCIAS
-El déficit comercial presiona la emisión de deuda pública o privada.
-Aumenta el valor de las divisas y debilidad del lempira e inflación.
-Incremento de los tipos de cambio.
-Subida de precios y merma en el poder adquisitivo.
-Empobrecimiento ante retirada de recursos del bolsillo del ciudadano.
ALIMENTOS Y BEBIDAS
Las importaciones de alimentos y bebidas sumaron 634.5 millones de dólares a abril, superiores en 77.9 millones frente a lo presentado a abril de 2021; destacando las de alimentos y bebidas procesadas, que reportaron una subida de 74.0 millones de dólares. Dentro de esta categoría sobresalen los alimentos procesados para el consumo doméstico con 445.7 millones de dólares, 43.6 millones más de forma interanual, especialmente aguas minerales, preparaciones alimenticias y preparaciones para salsas. Asimismo, las importaciones de alimentos y bebidas procesadas para la industria reflejaron un alza de 30.4 millones de dólares, en particular en bienes como aceite de palma refinado para la elaboración de productos del consumo humano, leche y nata, y aceite de soya.
SUMINISTROS INDUSTRIALES
Las importaciones de suministros industriales en esos cuatro meses alcanzaron un valor de 1,683.7 millones de dólares, mayor en 423.0 millones a lo acumulado a abril del año previo, explicado por el incremento de 33.7 por ciento ($366.5 millones) en las importaciones de productos procesados para la industria, donde sobresalen productos laminados de hierro o acero sin alear, harina de soya, papel y cartón, entre otros. Por su parte, los insumos importados para el sector primario alcanzaron un monto de 229.2 millones de dólares, superior en 56.5 millones, en particular debido al incremento en las adquisiciones de maíz.
