Comunicador social en huelga de hambre por los migrantes

DANLÍ, El Paraíso. El comunicador social Carlos Espinal, del Canal 24, de esta ciudad, con un colchón y una cobija, se dirigió al parque central, donde se instaló, al tiempo de declararse en huelga de hambre por 48 horas, haciendo un llamado a la Presidenta Xiomara Castro para que se publique en el diario oficial La Gaceta la amnistía migratoria aprobada en el Congreso Nacional.

Espinal, dijo lamentar que antes de hacer la publicación requerida, aumentaron el pago en unos 40 dólares más, de forma que hoy día cientos de migrantes de diferentes nacionalidades piden dinero en los semáforos y la carretera Panamericana, porque no tienen para pagar las sanciones administrativas (multas) y menos sus gastos diarios.

Espinal, reportero del Canal 24, miembro de una Asociación Independiente de Periodistas y recientemente recibió un premio de la Asociación de Prensa Hondureña (APH), Capítulo de Oriente, aseveró que después de visitar el albergue de la Iglesia Católica, tomó la decisión de llamar la atención del gobierno para solucionar de una vez por todas la emergencia migratoria que se enfrenta en la zona oriental.

Espinal declaró que “fui al albergue y miré tanta necesidad, todos estos meses entrevistamos a una y otra autoridad nacional y extranjera y nadie resuelve nada, fue un diputado de la costa norte que introdujo esta moción en el Congreso y no ha sido publicada en La Gaceta”.

“EL CALVARIO”

“Nos da pena a nosotros con esta gente que están tantos días aquí sufriendo, la Iglesia Católica ya no puede más aquí, ellos viven de la caridad aquí y miré niños pidiendo comida a sus padres mientras ellos nos relatan y muestran fotos de gente que los ha timado, delincuentes que hasta reciben transferencias de miles de dólares para supuestamente pasar a los migrantes y después se pierden y para rematar les aumentan a esta multa”, deploró.

El comunicador señaló que “le recuerdo a la Presidenta Xiomara que todos hemos migrado, incluso ella cuando en el 2009 Manuel Zelaya estaba en Nicaragua y nosotros y muchos hondureños acompañamos a doña Xiomara, en ese momento fuimos migrantes por una causa, en Alauca atendimos con la Cruz Roja a gente con los pies reventados de caminar”.

“Ella debe tener conciencia porque vienen de lejos y pasan por esas montañas, llegan a Nicaragua y Honduras, donde empieza la extorsión, el calvario con las autoridades, el hambre y las malas condiciones para todos, especialmente los niños”, lamentó Espinal.

El manifestante afirmó que es migrante porque no es danlidense de nacimiento, pero que la ciudad le dio abrigo, alimento, trabajo y una familia, por lo que existe un derecho de migrar y un gobierno que debe proteger a quienes lo ejercen.

La calle Panamericana, aquí en Danlí, es un caos al haberse trasladado la oficina de Migración hasta una casa cómoda para los funcionarios, pero en la orilla de la vía rápida, son decenas de mujeres y niños pidiendo dinero y alimentos, poniendo en riesgo su integridad física. (CR)