Oposición de dudosa calidad

MA
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21 de junio de 2022
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12:38 am
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Oposición de dudosa calidad

Juan Ramón Martínez

No hay necesidad de tomar la última cuchara de sopa para conocer su calidad. Tampoco, después de cuatro meses de gobierno, ignorar para dónde quiere llegar el actual régimen, aparentemente dirigido por Xiomara Castro; y los efectos que producirá entre la población, una vez ocurrida la destrucción de la clase media, el aumento de la pobreza y el incremento de la miseria. El aumento del “riesgo país”, que se ha disparado en contra de Honduras, cerrándonos las puertas del financiamiento externo; falta de medidas económicas para animar la reactivación económica y la demonización del sistema bancario, son una clara indicación que nos están dirigiendo a un “socialismo de los pobres”, como señala Héctor Martínez. Y que el esfuerzo para crear un poder paralelo que cuestione el poder municipal, debilitar las Fuerzas Armadas, predicar el odio y estimular el aumento del crimen particular, son evidencias que, vía el conflicto, fortalecer al gobierno que destruirá, en el corto plazo la existencia de los partidos, provocando el fin de la vida democrática y el inicio de la dictadura.

La anunciada discrepancia interna, de diputados que no estaban de acuerdo con el manejo del gobierno, fue una llamarada de tusas. Los diputados que nos mas ayer -con la excepción de Beatriz Valle, de análisis aparte- exigían respeto por su derecho a discrepar, que insinuaron que Libre debía pasar de una entidad familiar, a un partido institucionalizado, bastó la llamada a Casa Presidencial, que no es lugar idóneo para resolver las diferencia de los grupos partidarios, porque allí opera el gobierno al servicio de todos, para cambiar su postura crítica, sometiéndose mansamente al estalinismo que reclama una dirección vertical. Y salieron felices con los ofrecimientos de empleos para sus parciales, mejores tratos de parte de Luis Redondo, -sometido al Ejecutivo- y que no se les volverá a llamar traidores. Y que, se le reconocerá el derecho a la disidencia, la criticidad de las medidas tomadas y el respeto por sus propuestas, en algunos casos contradictorias, en que tenga diferencias formales; o teóricas sobre asuntos de interés nacionales.

Nunca creía que se dividiera Libre. Menos que Jorge Cálix, cuya falta de personalidad y disposición a la obediencia típica de “caudillo descalzo”, la encabezaría. Reconocemos la fuerza de Beatriz Valle y los arrestos del diputado Castro, menos subordinado y más claro en entender que Libre corre el riesgo de desaparecer cuando Zelaya, abandone los encantos y felicidades que ha gozado en esta vida terrenal. Y es que un Partido Libre unido, es menos peligroso para la estabilidad democrático que uno fragmentado, especialmente cuando sus estrategias están más apuradas que en su primera gestión gubernamental; y, el entorno geoestratégico es mucho más complicado, no solo en términos militares, sino que en cuanto a probar su capacidad para estimular las fuerzas económicas y reduzca el nivel de inseguridad para que fluya la inversión extranjera cuando, más bien lo han encerrado en un antiamericanismo que, posiblemente es imposible en un entorno muy confrontativo entre Estados Unidos, China y Rusia.

Anticipé que solo era necesario que los llamaran; les dieran los empleos para sus activistas y los recursos para mover su estructuras con los que, aseguren la reelección en los cargos, y sorteen las dificultades de una economía en crisis en que, no se observan, esfuerzos para reducir la masa monetaria, acelerar la participación dinámica de las fuerzas económicas nacionales e internacionales, creadores de empleo y aumentar las tasas de interés porque Estados Unidos ha encarecido el dinero y nuestra capacidad de usar el Banco Central para que aumente emisión de papel dinero sin respaldo, acelerará una inflación que por primera vez en años tendrá dos dígitos, cosa con la que nuestros burócratas son incapaces de bregar. No temo a la rebelión de los pobres. Tampoco los grandes empresarios que siempre están dispuestos a pactar con el gobierno como lo confirman Farah y Barquero. Me preocupa la clase media, y la media baja que se negarán, fieramente, al empobrecimiento.
También los múltiples grupos, en todo el país, que se prepararán para enfrentar a Libre que, contrario a 2009, encontrarán una oposición más fuerte que podrá incomodarlo en el poder. Y lo arrinconara, obligándole a “pedir cacao”. Cada vez que aumenta el odio y el rencor entre nosotros, crece la confrontación. Real y efectiva.

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