Las constantes lluvias en la capital mantienen a las autoridades en alerta, debido a los deslizamientos causados por la saturación del suelo con agua.
El desprendimiento de grandes rocas, en algunas carreteras, así como de enormes piezas de concreto, en colonias de riesgo, reflejan el peligro mortal que corren conductores y habitantes.
El crecimiento del caudal de las quebradas en la zona urbana, a su vez, ha obligado a intensificar los trabajos de limpieza para evitar que calles y viviendas resulten anegadas luego de cada tormenta.
El Cuerpo de Bomberos reportó ayer que un muro cedió en la colonia 3 de Mayo, zona donde hace una semana una familia quedó damnificada por las inundaciones.
También se produjo un desprendimiento de rocas en la salida al norte del bulevar Fuerzas Armadas, frente a la colonia 21 de Febrero.
Este invierno, según datos de la Unidad Municipal de Gestión de Riesgos, en 101 colonias, al menos 3,474 familias podrían resultar afectadas por inundaciones y 4,777 familias por deslizamientos, es decir, más de 30,000 personas.
El Comité Municipal de Emergencias (Codem) realiza monitoreos, a través de trabajos interinstitucionales con el Cuerpo de Bomberos de Honduras (CBH), ante cualquier siniestro.
Los estudios del Centro Nacional de Estudios Oceanográficos y Atmosféricos (Cenaos) establecen que las posibilidades de lluvias durante el mes en curso disminuirán en los próximos días, sin embargo, la capital aún se mantiene en alerta verde debido a los altos niveles de saturación del suelo. (KSA)
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