Los Miserables

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22 de junio de 2022
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12:13 am
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Los Miserables

Ivonne Tabora

Muchos hemos leído y rememoramos la novela Los Miserables, de Víctor Hugo, enmarcada en la posrevolución francesa, en la época de Napoleón en donde crecieron los ideales libertarios, democráticos, alimentados por las desigualdades sociales y las injusticias cometidas desde el Estado, esta historia cuyos temas giraban alrededor de la ética, el bien y el mal, la justicia y la fe.

Esta novela tiene un escenario que se mueve a mediados del siglo XIX, y hace reflexionar antes y ahora, sobre la incognoscible naturaleza humana frente a la adversidad.
Los Miserables recuerdo muy bien haberla leído cuando cursaba mi primer curso de bachillerato, tenía una muy buena maestra de español que nos ponía a leer un libro por semana, tocaya mía, por cierto, difícilmente quien ha analizado esta magnífica obra, la olvida.

Cuenta la historia que, en el año 1815, en Francia, Jean Valjean, un hombre fuerte, pierde su trabajo y ante la necesidad de mantener a su familia, comete el delito de robar una hogaza de pan , luego de cumplir su condena de diecinueve años, cinco por robo y los otros por intentar fugarse, logra salir de la cárcel, y reivindicarse.
La novela se desarrolla en cinco volúmenes organizados y titulados, cada uno va contando todos los aciertos y desaciertos que pasa Valjean, en su afán por sobrevivir y reformar su vida, al grado que le toca cambiar de nombre, porque por su condición de expresidiario, no le daban trabajo ni lo recibían en ningún sitio, hasta que llega a casa de un buen samaritano, el obispo Myriel, quien lo recibe con amor y lo ayuda, algo que logra marcarlo.

La historia se sitúa en una Francia devastada por la revolución, en la cual la injusticia y el hambre seguían dominando con una gran falta de conciencia social, a pesar de haberse proclamado los tres derechos fundamentales del hombre, libertad, igualdad y fraternidad.
Hoy en día en nuestro país, parecen revivir los hechos narrados por el gran Víctor Hugo, reflejado por ejemplo en la forma en que se aplican las leyes, que a veces perpetúan la pobreza y obligan a las personas más desfavorecidas a caer en fechorías y corromperse, también vemos como los órganos que se encargan de impartir justicia, se ensañan contra quienes cometen delitos menores y premian a los corruptos más grandes, que son los culpables de la miseria y del hambre en esta nación.

Por ejemplo, hace unos meses se aprobó una amnistía para “presos políticos” y condena al golpe de Estado de 2009, en medio de una crisis parlamentaria y muchas críticas de varios sectores que consideran que esta viene a beneficiar a personas que han cometido ilícitos, no siendo suficiente también se busca conceder indemnizaciones económicas a beneficiados de la misma, y esto es considerado, por muchos, un acto que lesiona el combate a la corrupción.

Si Víctor Hugo volviera a escribir Los Miserables, pero en este tiempo, seguro podría inspirarse en la clase política de Honduras, en esos miserables que no se compadecen del pueblo, que lo único que conocen es el amor al poder y al dinero, a diferencia de Jean Valjean, que se reivindicó y dejó de ser un delincuente, aquí no hay ni un ápice de espíritu de arrepentimiento.

Vemos en nuestras cárceles, tantos presos por delitos de menor gravedad, como el robo de una gallina o un pedazo de pan, y estos terminan convirtiéndose en grandes delincuentes, a falta de misericordia y tener un castigo justo, ah, pero si se trata de un personaje de cuello blanco, allí sí se valen las consideraciones y hasta salen antes de cumplir sus sentencias, se olvidan que ante los ojos de Dios, todos somos iguales.
Los valores de esta obra siguen aún vigentes, muestra es cuando los seres humanos son solidarios y permiten reivindicarse a otros, rehabilitarse tras una caída, pero eso ocurre cuando hay amor al prójimo, pero si lo que abunda alrededor es la indiferencia, es difícil.

“La vida, el sufrimiento, la soledad, el abandono, la pobreza, son campos de batalla que tienen sus propios héroes, héroes obscuros, a veces más grandes que los héroes ilustres”, Víctor Marie Hugo, poeta, dramaturgo y novelista romántico francés.

Ivonne Tabora
@IvonneTabora
[email protected]

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