Cardenal Rodríguez: “El que hace el bien heredará la vida eterna” (Video)

Durante la homilía dominical celebrada en la Basílica Menor Nuestra Señora de Suyapa, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, manifestó que es preciso ser más humanos, solidarios y a despojarse de la indiferencia, la superioridad, de manera que se pueda extender una mano amiga al necesitado como el Buen Samaritano.

¿Quién puede amar si no se despoja del personaje de la indiferencia y de las actitudes de superioridad?. Se acercó y le vendo las heridas echándoles aceite y vino, el cual se empleaba para curar las heridas, eran remedios medicinales y aquí están expresando el amor manifestado en actos.

Agregó que al final de la parábola, el Señor le da vuelta a la pregunta ¿quién de estos tres se hizo prójimo del herido, la respuesta fue muy fácil para el maestro de la ley, el que tuvo compasión de él, ese fue y Jesús remacho el clavo, anda, tú haz lo mismo, el escriba que había preguntado a Jesús solo quería saber, era una de las respuestas que él estaba acostumbrado a dar en sus clases.

Hizo un llamado a las personas para que sientan más compromiso para hacer el bien al prójimo, este que puede estar a veces más cerca de lo que se podría imaginar, ya que puede ser un amigo, hermano o un familiar “porque ese es quien heredará la vida eterna”.

Con esta parábola, el Señor Jesús nos pone de relieve de quien necesitamos para hacernos prójimo, a quien tenemos que ayudar, “la respuesta es muy clara, al que está caído y herido por la vida, al que tiene hambre, al que es víctima de la injusticia, al que ha sido despojado de sus derechos de persona y vive sin horizonte de vida”.

Hoy necesitamos preguntarnos, ¿de alguna manera me siento comprometido para acercarme a aquellos heridos que conozco y encuentro en mi camino y en mi vida, a lo mejor en mi misma familia, conocidos y amigos? ¿De quién soy prójimo, de quién estoy llamado a ser buen samaritano?.

“Claro que el buen Samaritano es el señor Jesús, él es el que nos busca cuando podemos estar desorientados. La mirada de Jesús está presente en todo el evangelio, la mirada de Jesús no brota sólo de sus ojos, sino de sus entrañas, amor y misericordia. Jesús es la mirada de misericordiosa y compasiva de Dios, que se vuelve hacia nosotros”.

Jesús es la mirada del amor, es la mirada de la compasión de Dios sobre cada uno de nosotros, sobre toda criatura humana, por eso este domingo, vueltos a Jesús presente entre nosotros, podemos decirle: tu Señor, has venido hacia nosotros, danos una mirada nueva, especialmente hacia el que más lo necesita y te has hecho prójimo de cada uno de nosotros; danos una mirada nueva, especialmente hacia el que más lo necesita”.

También “oigamos esta palabra de Jesús: anda y haz lo mismo, vuélvete buen samaritano para aquellas personas que tú conoces o tal vez no conoces, pero necesitan una mano amiga, vete y tú has lo mismo”.