Centro de Educación Básica “Alfonso Guillén Zelaya” celebró con civismo día de lempira

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24 de julio de 2022
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12:17 am
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Centro de Educación Básica “Alfonso Guillén Zelaya” celebró con civismo día de lempira

Mercedes Gamero, celebrando con los niños el Día de Lempira.

Autor: Luis Alonso Gómez Oyuela
Email:[email protected]

LAS CRUCITAS, Potrerillos, El Paraíso. Maestros y alumnos del Centro de Educación Básica “Alfonso Guillén Zelaya”, dieron muestras de identidad y soberanía patria durante el acto cívico para conmemorar el día consagrado al héroe de la soberanía territorial el inmortal cacique Lempira.

Como siempre los niños son protagonistas. Son la reserva del civismo de tierra adentro donde el campesino labra la tierra esperando con fe y esperanza la llegada de la lluvia para que la semilla germine en los surcos para cosechar el grano, fina herencia de vida de nuestros ancestros, cuyo legado quedó en cada espiga de maíz, el ayote o calabaza y el frijol, el alimento básico de identidad cultural de muchos pueblos de Mesoamérica.

Cuadro de danza folclórica CEB “Alfonso Guillén Zelaya”.

El pasado 20 de julio fue un acontecimiento histórico, lleno de colorido y sentimiento patrio. Los alumnos desde el primero al noveno grado desde el amanecer en compañía de sus padres, procedentes de diferentes comunidades del área rural celebraron con alegría el gran acontecimiento cívico en el que solo ellos serían los protagonistas de una jornada cultural emotiva.

El gran cacique Lempira jamás mostró flaqueza, ni quiso dar oídos a los medios de paz de los castellanos (conquistadores del sagrado suelo patrio). Famoso era el temple del inmortal cacique por lo que vencerlo de frente en igualdad de condiciones resultaba difícil. De allí la necesidad de acudir a la traición.

Exposición de pintura.

Cuando en la escuela los maestros inculcan el civismo y fomentan los valores patrios, los niños y los jóvenes son los primeros en decir presente y con orgullo visten a la usanza de la época para rememorar un hecho histórico que al hondureño bien nacido lo llena de orgullo y empoderamiento de su identidad.

Sobre identidad y orgullo catracho, la rectora del Centro Regional de la Universidad Pedagógica Francisco Morazán (UPNFM) Mercedes Gamero, felicito a los docentes, alumnos y padres de familia por la organización de un evento cívico que viene a fortalecer la identidad y conocimiento histórico del cacique Lempira, símbolo e identidad de nuestra raza y la historia misma. “No tenemos que ir a Estados Unidos para añorar en la distancia nuestras costumbres y comidas, ¿por qué tenemos que salir del país para sentirnos hondureños? Es tiempo de empoderarnos de Honduras, de lo que somos. Aquí están nuestras raíces, recojamos el legado de nuestros antepasados y sintamos el orgullo de ser catrachos.

Gastronomía paraiseña.

Por su parte la directora del centro educativo, Emma Yessenia Rodríguez, elogió el trabajo organizado de los docentes, el concurso decidido de los padres de familia porque son los principales baluartes para el éxito del centro educativo y los alumnos por su espíritu creativo para montar un evento que nos identifica con nuestro pasado histórico. Por lo tanto, me llena de orgullo como docente ser parte de esta institución educativa donde se enaltecen los valores patrios.

Un grupo de niños subió al escenario para realizar una vistosa pasarela, las niñas con sus vestidos típicos y los varoncitos portando arcos y flechas emulando a las huestes guerreras del cacique Lempira. Acto seguido con la emotividad que caracteriza a los niños cantaron una estrofa del Himno a Lempira: “Hondureños en épica lira y en estrofa de magno fulgor entonemos un Himno a Lempira al patriota de heroico valor. Gran caudillo de huestes bravías” … Y así, es como los docentes cultivan las mentes infantiles para que desde temprana edad sientan el orgullo se ser hondureños.

De izquierda a derecha Neftalí Irías, Edith Maradiaga, Karen Dubois, Lourdes Cruz, Roger Cruz, Mercedes Gamero, Emma Jessenia Rodríguez y Erlin Duarte.

El arte no estuvo al margen del evento. Los niños y los jóvenes del área rural se distinguen por su ingenio y creatividad. Son verdaderos talentos, en la mayoría de los casos, una vez que salen del colegio o por la pobreza solamente cursan los nueve grados, nadie se acuerda que allí en la aldea, está un artista, un orador y escritor que pudo ser más. Pero la pobreza trunco sus sueños. El concurso de dibujo y pintura expuestos durante el acto puso de manifiesto que hay talentos visibles que no deben pasar al olvido.

Pero el escenario no podía quedar vacío. El cierre de todo acto siempre es emotivo. Cuando la conducción es profesional en el ambiente no existe el aburrimiento. El cuadro de danza moderna bajo los acordes de “sopa de caracol”, el ritmo punta que trascendió las fronteras patrias y con el ímpetu y la energía juvenil contagio a los presentes. Acto seguido el cuadro de danza folclórica con la canción de la inolvidable Lidia Handal, El bananero y mi País del cantautor Guillermo Anderson.

Mercedes Gamero y Emma Jessenia Rodríguez.

En cada uno de los actos los padres de familia fueron actores silenciosos, pero orgullosos de sus hijos. Antes de subir al escenario sus hijos, ellos se pulieron en el escenario real del montaje del evento cívico llevando y organizando parte de la enorme escenografía instalada en el salón para representar simbólicamente la cultura y productividad de cada departamento. En esta parte sobresalió el espíritu creativo de los estudiantes y esfuerzo por documentarse sobre la gastronomía de cada región del país, incluyendo artesanías y los vestidos típicos regionales.

Un emotivo programa conducido profesionalmente por la licenciada Karen Dubois, con tiempo preciso y orden. Una vez más cerró el telón con éxito y orgullo de hacer las cosas bien, con un verdadero empoderamiento catracho. Lempira fue la inspiración y la alegría de los niños por ser unas cuantas horas las huestes del cacique.

Cuadro de danza moderna en “Sopa de caracol”.
Todos somos “indios”, sangre lenca del cacique.
En el escenario las huestes del cacique inmortal.
El indio más guapo y auténtico.
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