GOTAS DEL SABER (82)

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30 de julio de 2022
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12:40 am
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GOTAS DEL SABER (82)

Vicente Mejía Colindres a Carías Andino: “DESEO QUE EN ESTE CARGO SEAS MENOS INFORTUNADO QUE YO”

Juan Ramón Martínez

I
El 26 de julio de 1872, el expresidente José María Medina fue derrotado en el Llano del Conejo, frente a Santa Bárbara, por las tropas de presidente provisional Céleo Arias. Las tropas triunfantes formaban parte de una coalición de Guatemala (general Gregorio Solares), El Salvador (general Felipe Espinoza) y las tropas hondureñas, dirigidas por el general Rafael Osorio. La coalición respaldaba a Céleo Arias y buscaba sacar del poder en Honduras a José María Medina. Este abandonó el campo, se encaminó hacia la costa norte. En Omoa, fue capturado por el coronel nicaragüense Longino Sánchez. Este lo llevó a Comayagua en condición de prisionero. Durante el breve lapso que duró el gobierno de Céleo Arias, guardó prisión.

II
El 27 de julio de 1892, las fuerzas militares del gobierno de Ponciano Leiva, dirigidas por el general Vicente Williams, se enfrentaron con las tropas de la revolución que pretendía derribarlo de la Presidencia de la República, se enfrentaron en los cerros conocidos como Las Anonas y Las Ánimas, en las proximidades de Danlí, El Paraíso. Las fuerzas derrotadas estaban dirigidas por los generales José María Reina, Erasmo Velásquez y Miguel R. Dávila. En Danlí, se había sumado a las fuerzas revolucionarias el general Vitalicio Laínez. El gobierno reportó 51 muertos y 79 heridos entre ellos, el general Vicente Williams que resulta afectado por una bala en el muslo de una de sus pernas. Los revolucionarios, dejaron en el campo 37 muertos y sufrieron 67 heridos. Entre los muertos, los generales Erasmo Velásquez y Vitalicio Laínez. Este exitoso resultado, consolidó el gobierno de Ponciano Leiva.

III
El 10 de julio de 1979, falleció en Los Prados, Choluteca, Modesto Rodas Alvarado, líder máximo del Partido Liberal. Había nacido en Sabanagrande, Francisco Morazán, el 15 de marzo de 1921. Al momento de su muerte tenía 58 años de edad. La muerte del líder liberal conmovió a la clase política nacional, especialmente al Partido Liberal. Modesto Rodas Alvarado, que había sido encarnecido por el golpe de Estado militar del 3 de octubre de 1963, pocos días antes de las elecciones donde se presentara como candidato del Partido Liberal. Desde entonces, se había recuperado y anticipando que las circunstancias políticas serían modificadas por el triunfo de los sandinistas en Nicaragua, le permitirían ganar las elecciones y lograr la Presidencia de la República. Entre 1957 y 1963 fue presidente del Congreso Nacional. En ocasión de su muerte, la Junta Militar de Gobierno (Paz García, Cruz y Zelaya Rodríguez) “por decreto número 778… lamenta el fallecimiento del ilustre ciudadano abogado don Modesto Rodas Alvarado y determina declarar duelo nacional durante tres días, sin suspensión de labores” (Alexis Gonzales de Oliva, Gobernantes Hondureños, siglos XIX y XX, 196). Su funeral, fue una manifestación multitudinaria. Sus restos fueron depositados en una tumba en el Jardín de Paz Suyapa. Su sucesión, fue aprovechada con mucha habilidad por Roberto Suazo Córdova que se impuso ante las pretensiones de Orlando Gómez Cisneros. Un año después el Partido Liberal ganó las elecciones para la Constituyente y Suazo Córdova las presidenciales de 1981.

IV
El 20 de julio de 1982, Roberto Suazo Córdova, presidente de la República informa que como resultado de su viaje a los Estados ha conseguido asistencia económica por más de 600 millones de lempiras. Esa cantidad dijo el gobernante, hay que agregarle “el financiamiento que por 300 millones de lempiras otorgará el FMI de acuerdo al informe oficial distribuido anoche a los medios de información”. (Alexis de Oliva, 281).

V
El 28 de julio de 1956, “el Diario El Cronista, decano de la prensa nacional que circulaba todas las tardes, menos el día domingo, publica en su leída sección El Decir del Minuto: Dicen que solo faltan tres días para que y termine julio”. A la par de El Decir del M, el jefe de Redacción incluyó una nota bajo el título: Enfermedad en Palacio, en la que consigna que “Circula en la calle insistente rumor de que el estado de salud del señor Jefe de Estado es delicado, al grado que se han suspendido las audiencias oficiales y particulares y que aquellos asuntos que requieren urgente atención están siendo resueltos por los más allegados al paciente”. Dos días después, en una sección del mismo corte, el diario El Día publica bajo el título “Con el 10—39” le contestan al Decir del Minuto de El Cronista en los términos siguientes: “La prensa amarilla piensa que en agosto puede hacer su agosto o por lo menos continuar fabricando cadáveres… vivientes”. Nadie, ni siquiera los miembros más nerviosos de la Seguridad del gobierno, le prestaron mayor atención al asunto” (Juan Ramón Martínez, Asalto al Cuartel San Francisco, 2007, 128, 129).

El 1 de agosto de 1956, en la madrugada, un grupo de universitarios encabezados por el mayor Santos Sorto Paz – estudiante del Instituto Héctor Pineda Ugarte–, Ezequiel Escoto Manzano, Ramón Custodio López, Enrique Samayoa, Federico Mejía Rodezno, y otros dirigentes liberales, se tomaron con la complicidad del primero que era el Oficial Ejecutivo, el Cuartel San Francisco, la unidad militar más simbólica de la ciudad capital. La toma ocurre durante un periodo de mucha inestabilidad. El gobierno de Julio Lozano, se tambaleaba. Los estudiantes universitarios y secundarios están en huelga general e indefinida, el gobierno ha expulsado a los principales líderes de la oposición liberal, los militares conspiran. Hay por lo menos tres corrientes de conspiradores: AVC, Juan Pablo Silva y otros oficiales (Rodríguez, Caraccioli Moncada, López Arellano). La operación militar de los sublevados falla por problemas de falta de dirección unificada, la respuesta rápida del gobierno y por el aislamiento de los alzados en armas. Escoto Manzano resulta herido de gravedad y otros de compañeros huyen y evitan la captura por los cuerpos de seguridad, bien escondiéndose o asilando en varias embajadas. El mayor Silva muerte en la recuperacion del Cuartel. Otros son capturados por las autoridades y recluidos en la Penitenciaría Central a donde se encontraron con el Jefe de redacción de El Cronista Serapio Hernández Castellanos y el líder liberal Modesto Rodas Alvarado. Por efecto de los disparos, falleció la profesora doña Carlota de Ardón, esposa del profesor Víctor F. Ardón. Residan en las cercanías del cuartel del cuartel. Sin embargo, la dictadura de Lozano Díaz, estaba herida de muerte.

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