La ley de los arrepentimientos

MA
/
14 de septiembre de 2022
/
12:15 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
La ley de los arrepentimientos

La vida constantemente nos pone encrucijadas en donde lo que decidamos puede cambiar el rumbo de nuestra historia personal; el problema es que no tenemos un manual de instrucciones que nos permita saber qué pasará si tomamos tal o cual resolución.

Creo que hay respuestas que son obvias; por ejemplo, podría preguntarme: ¿será correcto que camine a medianoche sola en una zona peligrosa de la ciudad? Creo que todos sabemos la respuesta a esa pregunta. Pero a veces hay cosas que no son tan sencillas de contestar, como por ejemplo qué carrera elegir, con qué pareja hacer una vida, qué camino tomar después de un despido laboral, etc. Para ese tipo de preguntas yo uso mucho algo a lo que llamo “la ley de los arrepentimientos”, les voy a poner un ejemplo sencillo: supongamos que estoy en un tiempo muy cargado de trabajo y mi hija menor me dice: “mamá, mañana me presento en una obra de teatro y quiero que me veas”… tal vez yo ya tenía ese día lleno de muchas actividades y lo menos conveniente para mí en ese momento es cambiar todo mi itinerario por ir a ver una obra que ni siquiera me llama la atención…

Ahora, con el ejemplo anterior les explico cómo aplico la ley que les conté: yo me ubico seis meses, un año, o incluso más adelante en el tiempo y me pregunto desde allí de qué me arrepentiría más: ¿de haber dejado de trabajar en el proyecto que tenía o de haberme perdido la presentación de mi hija? De la respuesta a esa pregunta, yo saco en conclusión qué es lo que debería hacer. Es como cuando nos encanta comer cierta cosa que sabemos que nos hace mal; podemos ubicarnos cinco o diez años en el futuro y preguntarnos:

¿de qué me arrepiento más, de haberme privado del placer de saborear dicho platillo o de haberlo comido sin medida? La respuesta por lo general nos dice que lo mejor era haberse cuidado y medido en la ingesta de eso que tanto nos gusta para en el futuro no estar sufriendo de achaques y situaciones que no nos gustan.
Quiero contarles una experiencia personal: mi vida laboral siempre estuvo ligada al comercio desde muy temprana edad, de hecho, yo trabajé por décadas en negocios que no tienen que ver en nada con el arte. Por otro lado, siempre fui sumamente discreta y hasta tímida para exponerme en fotografías y eventos; sin embargo, mi pasión desde niña fue el arte, así que ese fuego intenso que brotaba desde mi interior me hizo tener la carrera artística a la par de la comercial por mucho tiempo.

En un momento determinado de mi vida, algunos incidentes que no tenían nada que ver conmigo ni con que me fuera mal en mis negocios (de hecho, me iba bien, más bien fueron cosas ligadas con la inseguridad en el país) me hicieron replantearme si seguir con mi actividad comercial o dedicarme al arte a tiempo completo… y allí estaba yo, frente a esa encrucijada, teniendo que elegir una repuesta trascendental, sin nada seguro. Después de analizar y orar mucho, pidiendo a Dios discernimiento, decidí aplicar la ley de los arrepentimientos; mi cuestionamiento fue algo así: de qué me arrepentiría más en el futuro ¿de haber continuado con mi actividad comercial dando al arte un papel a medias o de por primera vez “tirarme de cabeza” con la actividad que más me apasionaba? Créanme que no fue una decisión sencilla, pero pensé que ese era justamente el momento para probar, y lo hice. Gracias a Dios, siento que tomé la decisión correcta, hoy vivo de lo que amo, y lo más importante, no me arrepiento de la decisión que elegí.

Más de Sociedad
Lo Más Visto