Refundando el concepto de patria

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16 de septiembre de 2022
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12:04 am
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Refundando el concepto de patria

Por: Mario E. Fumero

Una de las consignas del gobierno de la Presidente Xiomara Castro es refundar la democracia hacia un sistema sólido, en donde se pueda acabar con el peor flagelo histórico de esta nación, la corrupción. Es necesario que cada cierto tiempo, los países reorienten su política, y de acuerdo a las circunstancias históricas, se hagan algunos cambios que beneficien a las clases más desposeídas, y en punto todos estamos de acuerdo, pero hay cosas que se salen de lo normal y entran a lo ilógico, como es el cambio del sentido de las palabras y quedé asustado con la definición que un viceministro de Educación le quiso dar al concepto de “patria” llamando a la refundación de estas fiestas cambiando el término al decir que procede de patriarcado.

El confundir patriarcado como un derivado de patria, es un tremendo disparate lingüístico, y aunque actualmente el idioma está sufriendo mutacionismo debido a la influencia del llamado lenguaje inclusivo, debemos saber diferenciar entre patria y si otros derivados parecidos, como patrimonio, patriarcado, patriotismo, patria potestad, etc.

Comencemos definiendo el concepto de “patria”. Según la gramática y el diccionario de la lengua castellana, el concepto correcto de patria hace referencia “a la tierra a la cual se siente ligada una persona por motivos jurídicos, culturales, históricos o afectivos, bien por haber nacido en ella, bien por haberla adoptado como patria por elección personal”. 1. Este vocablo procede etimológicamente del latín “patria”, que se deriva de la voz “patrius”, y que significa “tierra de los antepasados”. Con este término se suele designarse el lugar natal o adoptivo al que un individuo se siente ligado por vínculos de diversas índoles, en el caso de la independencia o las fiestas patrias, se hace alusión a la lucha de su pueblo por obtener una identidad propia, vinculada a sus valores cívicos.

Según investigación, del término patria se desprenden algunos derivados patrón, patrocinio, patrocinar, paterno, patrio, padrino, expatriar, patricio, patrimonio, patriotismo, perpetrar e impetrar, 2. pero nada tiene que ver con patriarcado, aunque sí rima con este término, como también patriarca, pero está muy lejos de ser lo mismo.

Veamos ahora su significado etimológico. El término patriarcado actualmente hace referencia “a un sistema de dominio institucionalizado que mantiene la subordinación e invisibilización de las mujeres y todo aquello considerado como “femenino”, con respecto a los varones y lo “masculino”, creando así una situación de desigualdad estructural basada en la pertenencia a determinado “sexo biológico”. Este concepto evolucionó de su origen antiguo, ya que bíblicamente un patriarca era aquel que dentro de un clan o familia era el más anciano, catalogado como cabeza de familia. En la Biblia aparece uno de los primeros patriarcas llamado Abraham (Génesis 12) que tenía sobre sus hombros el proteger y llevar a su familia voluntariamente a la tierra prometida.

El término, derivado de la palabra patriarca del A.T. se degeneró en su concepto cuando “a partir de la década del 1970 los estudios y grupos feministas y del género tomaron esta expresión para hacer referencia a una estructura de organización y dominación sexo-género en el que prevalece la autoridad y el poder de los hombres y lo masculino; mientras las mujeres son despojadas del ejercicio de libertades, derechos, poder económico, social o político”, 3. por lo que se desvirtuó el concepto del más anciano de la familia como patriarca, y pasó a ser un sistema machista de dominio del hombre sobre la mujer. Pero nada tiene que ver con el concepto de patria.

Es triste que un supuesto maestro y viceministro de Educación pueda cometer tan garrafal interpretación para apoyar sus ideas refundacionistas, lo que refleja una terrible ignorancia de nuestro idioma y del sentido de las palabras.

Podemos refundar un Estado, una empresa, una estructura, pero no podemos refundar un idioma, alterando el sentido original de las palabras para adaptarlas a nuestra conveniencia, pero tristemente en el mundo que vivimos, el lenguaje genérico e inclusivo está acabando con los conceptos claros y bien definidos de nuestra riqueza lingüística. Así que tengamos cuidado cuando escuchamos una palabra, busquemos un sentido original y etimológico y no dejemos que por ignorancia una astucia distorsione los conceptos originales para alterar la historia, las buenas costumbres y los valores patrios.

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