Ejecutan operativos para desarticular estructuras dedicadas a la extorsión (Video)
El Ministerio Público ejecuta los allanamientos en Francisco Morazán, Cortés y Santa Bárbara
El Ministerio Público y la Dirección Policial de Anti Maras y Pandillas Contra Crimen Organizado (DIPAMPCO) desarrolla operativos para combatir estructuras criminales dedicadas a los flagelos de la extorsión y el lavado de dinero.
Se trata de la ejecución de 17 allanamientos de domicilio y el cumplimiento a una gran cantidad de órdenes de captura de integrantes de la Pandilla 18, en acciones que de manera simultánea se desarrollan en los departamentos de Francisco Morazán, Cortés y Santa Bárbara.
La operación responde a un requerimiento fiscal que en las últimas horas presentó ante un juez con jurisdicción nacional en materia de extorsión la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), a través de su Sección Antiextorsión, que, desde el año pasado, venía trabajando el caso e identificando “clicas” dedicadas a este tipo de delitos dentro de la agrupación criminal Barrio 18.
El modus operandi, según las investigaciones interagenciales, consistía en el empleo y uso de transferencias electrónicas para el recaudo y cobro de la extorsión, el cual exigían a comerciantes en la zona central y noroccidental.
En los allanamientos, se recolectan indicios en torno a la concurrencia de cualquier otro ilícito en que se hayan visto involucrados los imputados; de momento, la acusación del Ministerio Público es por los delitos de extorsión, lavado de activos y asociación para delinquir en perjuicio de testigos protegidos, la economía del Estado de Honduras y los derechos fundamentales, respectivamente.
Operación Antiextorsión de #FESCCO y @DIPAMPCOHN se ejecuta en las colonias Alemania, 14 de Marzo, El Tablón, Centroamérica y Betania de #TGU pic.twitter.com/0I5YHKnBDB
— Ministerio Público (@MP_Honduras) September 21, 2022
Un estudio de la Comisión Interinstitucional para la Protección de Personas Desplazadas Internas señala que 247,090 personas se desplazaron por la violencia y la extorsión en Honduras en los últimos años, para “salvaguardar su integridad física”.