Lo mejor del discurso de la Presidente en la ONU

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26 de septiembre de 2022
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12:05 am
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Lo mejor del discurso de la Presidente en la ONU

Por: Jairo Núñez*

El discurso de la Presidente Castro en la Asamblea de la ONU generó un amplio número de expectativas. Una de ellas es que prometió “terminar con los monopolios y oligopolios que solo empobrecen nuestra economía”; eso es muy bueno, por ejemplo, puede comenzar eliminando el cruel, mezquino e ineficiente monopolio de la ENEE y pasar a un modelo abierto de competencia en el sector: pequeños productores de energía, generadores mayoristas, distribuidores, transmisores, cogeneradores, etc. Así al estilo de los Estados Unidos de América. También habría cabida para la ENEE, por lo menos en generación, y así se podrían eliminar los problemas de transmisión y distribución que tanto nos aquejan a los hondureños.

También mencionó que “la democracia electoral no es suficiente para obtener el bienestar material y espiritual”, pero por supuesto y hay que fortalecerla. Me encantó cuando dijo que “trabajan en priorizar estímulos y la eliminación de abusos fiscales” es algo realmente esperanzador, porque puede comenzar con una gradual eliminación de los impuestos a las empresas, principalmente a los microempresarios, liberalizando la economía y creando un país próspero, de emprendedores, promoviendo la inversión nacional y la atracción de la inversión extranjera. A su vez, manifestó: “hemos planteado renegociar los tratados de libre comercio”, sería espectacular considerar en este punto eliminar los aranceles a las exportaciones pasando a un esquema de libre mercado y también reducir la enorme burocracia que hay para poder exportar. La simplificación de los procesos sería ideal. Suponemos que es lo que quiere decir la Presidente.

Quizás una de las mejores partes del discurso se encuentra cuando promete que “proporcionaremos salud, educación de calidad, seguridad y soberanía alimentaria a nuestra niñez y juventud” y un pilar llamado “la transformación revolucionaria de la educación”; por fin un gobernante que piensa en proporcionar una educación de calidad y transformar el sector, aquí podría comenzar por ir eliminando gradualmente el obsoleto sistema de educación e irlo abriendo a la competencia, modernizándolo mediante la liberalización al mercado y adaptación de los currículos a los nuevas exigencias y oportunidades de que este nuevo siglo plantea, en donde el Estado le entregue un váucher intransferible a cada padre de familia o tutor y que sea obligatorio, como indica la Constitución, que cada niño se le brinde su educación, y que cada padre de familia o tutor decida a qué escuela enviar a su hijo de acuerdo a sus necesidades, talentos y aspiraciones. Así, al estilo de las naciones más avanzadas en materia educativa como Estonia,
Finlandia, entre otras. Esto, más que “revolucionario”, sería evolucionario.

Alegra saber que también se preocupa por el deteriorado e inhumano sistema de salud del país. Aquí puede también liberalizar los servicios, para que el Estado se encargue de la salud de todos los hondureños sin excepción, mediante un pase universal a hospitales que compitan por brindar los mejores servicios en cada especialidad que el hondureño requiera. Este sistema de libre competencia garantizará que solamente los mejores hospitales y clínicas se mantengan en el mercado. Ellas pasarían factura al Estado, pero este se encargaría de velar que la competencia asegure los más bajos precios por servicio proporcionado. Pueden dejar al hospital Escuela para que compita con los nuevos servidores. Este modelo definitivamente sería la mejor prueba para que la señora Presidente pueda demostrar que le importa la salud de todos sus compatriotas. También se ahorraría en edificios, mantenimiento y muchos otros males actuales.

Pero definitivamente el mejor paso que puede hacer es cuando en su discurso apunta que “se construirá un modelo económico alternativo”, sin lugar a duda la Presidente dio en el clavo en este punto. Aquí podríamos por fin lograr un verdadero sistema económico de libre mercado, uno que deje atrás ese terrible modelo mercantilista, de “amigotes” que nos ha azotado por siglos. Un modelo que apunte a la libre competencia, en donde hacer negocios con el Estado deje de ser la máxima aspiración de varios “empresaurios” y que verdaderamente compitan por los clientes en igualdad de términos legales y de mercado. En donde cualquier hondureño de a pie, pueda ir al banco, pedir un préstamo y emprender un negocio. Que no haya límites a la creatividad y a la innovación. Esto sí sería algo muy evolucionario.

Así que me quedo con esas, que he considerado son las mejores partes del discurso leído por nuestra señora Presidente en la 77 Asamblea de la ONU. Espero que, si no las puede cumplir ella, ¡sean ejecutadas por alguien más! Dios bendiga a Honduras y a todos los hondureños.

Jairo Núñez es Doctor en ciencias administrativas y económicas, máster en administración de empresas y en ciencias políticas.

*Jairo Núñez es Doctor en ciencias administrativas y económicas, máster en administración de empresas y en ciencias políticas.

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