Los disparates de los presidentes en la ONU

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28 de septiembre de 2022
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12:32 am
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Los disparates de los presidentes en la ONU

Óscar Lanza Rosales

En este mes, se ha instalado la 77 Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la que siempre se da la oportunidad a los presidentes de los países miembros, de dirigirse a esa magna asamblea, supuestamente con propuestas que contribuyan a resolver los grandes problemas globales actuales, como la cruel guerra de Ucrania-Rusia y los desastres del cambio climático, entre otros. Como lo señaló el Secretario General de la ONU, António Guterres, en la apertura de la asamblea: “nuestro mundo está en riesgo y
paralizado; los ideales de la ONU están en peligro; navegamos aguas turbulentas. Se avecina un invierno de descontento a escala mundial. La crisis del costo de la vida está haciendo estragos. La confianza se desmorona. Las desigualdades se disparan. Nuestro planeta está ardiendo; el cambio climático esta relegado a un segundo plano, por lo que estamos abocados a un desastre”. Excitando a los gobernantes a “buscar soluciones sobre la base de la buena voluntad, confianza y los derechos compartidos por todos los seres humanos. A trabajar como
una unidad, como una coalición del mundo, como las naciones unidas”.

Pero algunos estadistas a la hora de dirigirse a la asamblea, al igual que en el pasado, no atienden las recomendaciones de Guterres, sino que se ponen a hablar disparates y excentricidades. Los que han tenido en común casi todos los disertantes -solo voy a citar a los latinoamericanos- ha sido referirse a la guerra en Ucrania, como la reflexión de Gustavo Petro de Colombia, cuando afirma que “¿para qué la guerra, si lo que necesitamos es salvar la especie humana? ¿Para qué sirve la OTAN y los imperios, si lo que viene es el fin de la inteligencia?”. Gabriel Boric de Chile, por su parte, consideró de “injusta la guerra de agresión desatada por Rusia en Ucrania. Empujó al alza el precio de los combustibles y el desabastecimiento de granos y fertilizantes causando un fuerte impacto a nuestras economías”. Estuvieron bien enfocados: Gustavo Petro, que demandó “acabar con la irracional guerra contra las drogas. Disminuir el consumo no necesita de guerras, necesita que todos construyamos una mejor sociedad más solidaria, afectuosa, donde la intensidad de la vida salve de las adicciones y de las nuevas esclavitudes. Hizo un llamado a abordar el problema de drogas como uno de salud pública en lugar de seguridad y defensa.

Pedro Castillo, de Perú, enfocó su discurso en la crisis climática que atraviesa el planeta, destacando el acuerdo de Escazú ratificado por gran parte de los países de latinoamericanos; Luis Arce de Bolivia, planteó 14 propuestas, destacando la lucha contra el narcotráfico; el canciller Marcelo Ebrard de México propuso la creación de una comisión de alto nivel, encabezada por el Papa Francisco, el primer ministro de India, y otros, para lograr la paz entre Rusia y Ucrania. Desenfocados: Jair Bolsonaro de Brasil, que aprovechó para hablar de su rival Lula, en las próximas elecciones presidenciales de Brasil; Nayib Bukele de El Salvador, al señalar que el formato de la Asamblea de la ONU está obsoleto y de la no violación de los derechos humanos en su gestión; el mismo Petro con su lírica: “Vengo de uno de los tres países más bellos de la Tierra… de belleza ensangrentada”. Sobre nuestra Presidenta Xiomara Castro, llegó con un discurso de denuncia -principalmente en el deterioro ambiental causado por los países industrializados- al estilo de la guerra fría del siglo pasado, pero sin propuestas.

Hablando del golpe de Estado de 2009 y de los doce años de dictadura tutelada de JOH y sus consecuencias. ¿Qué interés puede haber para la comunidad internacional esos hechos pasados? Se dedicó a tirarles indirectas a los estadounidenses, sin referirse a ellos, de su complacencia ante los fraudes electorales del 2013 y 2017; exigiéndoles respeto para que ya no sigan tratando de desestabilizar a Honduras y decirnos con quienes debemos relacionarnos; por su hipocresía al juzgar los crímenes vinculados al tráfico de drogas, cuando respaldaron y apoyaron por 12 años a JOH que cometió dos fraudes electorales y crímenes de lesa patria contra millones de hondureños. Y concluyó su alocución, al estilo de Fidel Castro, pidiendo respeto a la autodeterminación de los pueblos, rechazando el infame y brutal, bloqueo al pueblo de la hermana República de Cuba y terminar la agresión, contra Venezuela. Con esta disertación, la Presidenta Castro ha ratificado cual es el rumbo que quiere darle a su gobierno, sin el consentimiento de la mayoría de los hondureños.

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