Bandas de coyotes cobran L18,125 en el recorrido del Guayambre

Aunque hay personas solidarias, los migrantes que ingresan al territorio hondureño por el paso de Jamastrán y Trojes son estafados vilmente por gente inescrupulosa que no solo les cobra en dólares, sino que los exponen a la muerte cruzando las turbulentas aguas del río Guayambre, entre otras cosas.

El padre Naín Alfonso, párroco de la iglesia Santa María, denunció que un hotel en Santa María cobraba 150 lempiras por la noche, pero cuando se trata de atender a los migrantes que ingresan por territorio nacional triplican el precio, entre 500 y 800 lempiras la noche.

Las estafas se han estado dando en todo este tiempo, a la vista y paciencia de las autoridades locales, policiales y migratorias, inclusive, la propia policía y los agentes migratorios también se aprovechan de los extranjeros que van con dirección a los Estados Unidos.

Fue el jueves anterior cuando la situación estalló en la cara de las autoridades, cuando un pipante fue envuelto por las corrientes del río Guayambre, un caudaloso río que incluso en el verano es un peligro. Un niño brasileño, Nickey Louis Shilove Emisca, y su padre de origen haitiano, Billy Sortise, fallecieron, además de un migrante de origen venezolano.

Se estima que en una canoa con 15 personas estos traficantes de migrantes cobran aproximadamente 18,125 lempiras por recorrido, y según el sacerdote hacen al menos seis viajes diarios.

El párroco de la iglesia Santa María de Suyapa, situada en Jamastrán, expresó que las tres personas que fallecieron al pretender cruzar el río en una canoa, que no era necesario cruzar por ese río para pasar hacia Danlí y continuar su ruta migratoria.

La iglesia local ha alzado la voz contra esta modalidad de estafa. Un grupo de coyotes locales cruza a los migrantes por el río Guayambre para cobrarles más dinero y sin ningun elemento de seguridad.

Los migrantes pueden llegar a Danlí pasando por Trojes, sin necesidad de llegar a Santa María, que es la peor ruta.

COBRAR MÁS… CUANTO MÁS DIFÍCIL

“Quienes se dedican a esta cuestión ilegal de transportar migrantes lo hacen por las aldeas más distantes con el propósito de hacer más largos los recorridos y el paso del río Guayambre tiene un costo por cada migrante de 25 dólares, algo que ellos mismo manifiestan en algún momento” confirmó el padre Naín.

El sacerdote afirmó que este es el primer incidente de este tipo, pero constantemente el río es cruzado del mismo modo operando canoas.

Esta situación es conocida por los militares de la zona y de manera especial de la policía, que incluso ha presenciado el cruce de los migrantes por la canoa improvisada, pero no hacen nada.

Incluso, después de la muerte de estas tres personas el jueves anterior, los migrantes han vuelto a cruzar por el río, dirigidos por coyotes locales.

“No es necesario pasar la población migrante por el poblado de Santa María ya que el recorrido más inmediato tiene que ser de Trojes a la población del empalme y del empalme a Danlí”, explicó el prelado, tras lamentar los hechos sucedidos.

Coyotes hacen su feria a costillas de los extranjeros
Fuentes consultadas por este rotativo denunciaron que desde que se produjo el auge de migrantes haitianos por el departamento de El Paraíso, ha crecido una red de coyotaje local, compuesta por inescrupulosos que estafan a los migrantes por transportarlos y dirigirlos por la ruta hacia los Estados Unidos, en busca del sueño americano.

El propio padre Naín confirmó ese “modus vivendi” de los nuevos coyotes se ha vuelto “una cuestión de negocios, ya que le hacen el paso más difícil con tal de recibir dinero”.

Aclaró que en la actualidad “la carretera está en buen estado y es más fácil que cruzar el río”.

“Es una cuestión de negocios, al entrar los migrantes a Honduras por Trojes los pasan a una aldea que se llama La Laguna, al llegar al sector -que es muy cerca- que se llama El Chaparral, realmente, les queda 30 minutos para llegar al empalme, donde hay carretera pavimentada, yendo para Danlí; sin embargo, prefieren hacer todo el cruce hasta Santa María, que no tendrían que traerlos por aquí, obviamente, con los propósitos económicos» explicó Naín.

De manera valiente, el prelado también denunció que la red de coyotes no excluye a policías y militares, quienes llegan a la orilla del río a cobrar “mordidas” para dejar pasar la gente. Saben sobre la existencia de esas bandas de la red de trata que se han conformado, pero no las combaten.

“Desafortunadamente hay varios sectores involucrados, entre ellos la policía, en definitiva ellos llegan a las orillas del río para cobrar lo que les corresponde o lo que les dan estas bandas, entonces es una cuestión de complot, no solamente de quienes se dedican a traficar las personas, de mal corazón, sino, también, a quienes deberían representarnos, que son las fuerzas militares”, explicó.

Por este caso, el Ministerio Público capturó la semana anterior a Nelson Rubí Espinal Funes, vinculado a lo sucedido y acusado de tráfico ilícito de personas y homicidio imprudente en perjuicio de menor de nacionalidad brasileña y del Estado de Honduras.