En secretividad la muerte de tres jóvenes de Anapo

En el olvido se mantiene la muerte de tres jóvenes empleados de la Secretaría de Seguridad que murieron extrañamente al momento de realizar ejercicios dentro de la Academia Nacional de Policía (Anapo), en Marcala, La Paz.

Las tres víctimas fueron reconocidas como: el auxiliar de Policía asignado a la Dirección de Telemática, Jairo Josué Martínez Cruz; el abogado, Ronald Javier Coello Coello (34); y el médico, Kevin Mejía Sánchez (29).

Los tres muchachos tenían aspiraciones a ser oficiales auxiliares de la Policía. En tal contexto, los hechos se derivaron el domingo 11 de septiembre en las instalaciones de la Anapo, luego de prácticas para aspirantes a la institución y en la que resultaron afectadas un total de 34 personas.

Ese día, unas 500 personas llegaron hasta las instalaciones como nuevos aspirantes a oficiales del ente policial, siendo sometidos a pruebas físicas, como correr, por el perímetro, con las maletas en mano.

La acción habría afectado severamente el estado de salud de unos 21 aspirantes que presentaron cuadros de vómito, deshidratación e incluso desmayos, por lo que fueron trasladados a dos centros hospitalarios.

Ese día, centenares de personas en redes sociales reportaron que los aspirantes habían sido sometidos a gases lacrimógenos, como iniciación en la Policía Nacional, versión que fue desvirtuada por sus autoridades.

A UN MES DE LA VERDAD

La extraña situación en la que murieron los tres aspirantes sigue sin esclarecerse por parte de autoridades policiales, fiscales y forenses. A casi un mes de haberse dado la muerte de las tres personas, autoridades aseguraron que las investigaciones van por “buen camino”, aunque a la fecha no se han dado resultados que esclarezcan las muertes.

“El tema de la Anapo es un proceso que está en investigación y por ahí hemos visto eso de que ya están las autopsias, eso es totalmente falso y no es cierto”, detalló el titular de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez Velásquez. “Todos los exámenes se remitieron a Costa Rica y lleva un proceso de dos meses para que nosotros a ciencia cierta podamos saber qué fue lo que sucedió”, prosiguió.

Indicó a la vez, que la Policía Nacional es el ente que está más interesado para descubrir la verdad y deducir las responsabilidades del caso. El director de comunicaciones y estrategia de la Policía Nacional, Miguel Martínez Madrid, reveló que los aspirantes a oficiales auxiliares ese día que resultaron afectados, almorzaron pescado y plátano, por lo que existe la posibilidad de una intoxicación alimenticia.

La viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, declaró que la mayoría de los afectados presentaron algunas afecciones en común, asociadas a un síndrome de rabdomiólisis. Según la funcionaria algunos de los exámenes médicos realizados en los aspirantes a oficiales, revelaron signos de intoxicación por consumir alimentos y agua contaminada.

EXIGEN RESPUESTAS

Por su parte, el titular del Codeh, Hugo Maldonado indicó que el caso se ha manejado como mal proceso, porque “no fue correcto haber separado al director de Anapo, para una investigación”.

“Nosotros como organismos de Derechos Humanos establecimos que la investigación la debe realizar la Didapol, la Fiscalía de Derechos Humanos y el Comisionado de Protección a Derechos Humanos, porque tres ya hacen mejor trabajo que uno”.

Por su parte, familiares de las tres víctimas siguen exigiendo respuestas a la muerte de sus seres queridos. Los familiares siguen negando la versión de la Policía. “Jamás mi hijo en su vida se tomó una de esas bebidas y eso es lo que nos ha molestado a nosotros como familia doliente”, detallaba el padre de uno de los tres fallecidos.

Por su parte, autoridades del Ministerio Público (MP), todavía no han dado respuesta a las peticiones de los familiares, sobre este caso. Como secreto de Estado han mantenido las posibles causas del deceso de tres aspirantes. El personal forense expresó a LA TRIBUNA, que no se podía pronunciar al respecto porque el caso se mantenía en “secretividad”. (JGZ)