Llegando al límite

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22 de octubre de 2022
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12:01 am
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Llegando al límite

Por: Equipo Europa

Jaume Segura, embajador de la Unión Europea en Honduras
Emmanuel Pineda, embajador de Francia en Honduras
Jens Janik, embajador de Alemania en Honduras
Diego Nuño, embajador de España en Honduras

A medida que avanza el cambio climático, millones de personas corren el riesgo de perder sus hogares, su acceso al agua, sus medios de subsistencia e incluso sus vidas. Recientemente, hemos visto las duras consecuencias de las inundaciones y derrumbes que han destruido vías de comunicación y dejado a miles de personas sin hogar en todo el territorio hondureño. En años anteriores, también hemos visto las duras secuelas de sequías que han afectado a la seguridad alimentaria de muchos hondureños y hondureñas.

Tenemos que hacer más por la adaptación al cambio climático, así como evitar y afrontar las pérdidas y los daños ocasionados por sus efectos. No hay vacuna contra el cambio climático. No se puede negociar un acuerdo con el planeta Tierra. Sin embargo, en lugar de alimentar la desesperación, la apatía o la resignación, debemos mostrar determinación. Las soluciones están al alcance de la mano. Debemos planificar, invertir con decisión y, lo que es más importante, actuar cuanto antes. El tiempo no está de nuestro lado.

Es momento de ir más allá de las promesas y obtener resultados. La Unión Europea (UE) y sus estados miembros en Honduras (Francia, Alemania y España) siguen siendo los mayores donantes de financiación contra el cambio climático en el país. Estamos dispuestos a seguir sumando esfuerzos con Honduras para mitigar las consecuencias del cambio climático y atajar el problema desde su origen.

En la próxima conferencia climática COP27, que tendrá lugar el próximo noviembre, cada país deberá exponer lo que ha hecho y piensa hacer para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados. En la UE, nuestros compromisos están fijados por ley: reduciremos las emisiones en al menos un 55% para 2030 y alcanzaremos la neutralidad climática para 2050.

Después de una pandemia devastadora, ahora estamos lidiando con una crisis energética global, desencadenada por el gobierno de Rusia, que trajo la guerra de regreso a Europa y convirtió sus exportaciones de energía en armas, cortando el suministro a los clientes y quemando intencionadamente su gas de repuesto.

En Europa hemos tenido que poner en marcha medidas excepcionales para hacer frente a la crisis energética. También hemos tenido que posponer parte del desmantelamiento de las centrales eléctricas de carbón como medida de emergencia temporal para el próximo invierno. Pero, aunque el uso del carbón ha aumentado temporalmente en varios países europeos, las fechas nacionales de eliminación del carbón no han cambiado. Estamos aplicando objetivos de eficiencia energética mucho más estrictos y estamos avanzando con enorme determinación en la adopción de energías renovables, utilizando menos gas de lo previsto inicialmente. Por tanto, nuestros compromisos climáticos generales no están en peligro. De hecho, hemos aumentado nuestra ambición en cuanto al despliegue de energías renovables en esta década.

Los países europeos intensificarán sus esfuerzos, pero no resolveremos esta crisis solos. Se necesitan los esfuerzos y la implicación de todos los países, especialmente de los principales emisores, junto con una movilización masiva de la financiación privada para complementar los fondos públicos.

Durante siglos hemos vaciado el planeta de sus recursos y ahora el planeta está llegando a sus límites. Es hora de que detengamos el daño y evitemos que la Tierra se vuelva inhabitable. Las generaciones futuras nos juzgarán por lo que hagamos, así que hagámoslo bien y hagámoslo ya.

 

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