Por amor al fútbol, Dennis Logroño pagó una de las costosas entradas a la final única de la Copa Libertadores. A cambio, recibió su compra más una de regalo. Aunque generoso, el gesto esconde una realidad: el desinterés por el partido en Guayaquil.
El sicólogo de 27 años es uno de los pocos privilegiados que verá desde las gradas el duelo brasileño entre Flamengo y Athletico Paranaense, programado para el sábado en el principal puerto de Ecuador.