La polarización electoral se cuela en una iglesia católica en Copacabana

RP
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30 de octubre de 2022
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01:10 pm
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La polarización electoral se cuela en una iglesia católica en Copacabana

“El cristiano de verdad vota a Lula”, grita una votante del expresidente a una partidaria del jefe de Estado, Jair Bolsonaro, en la puerta de una iglesia católica de Rio de Janeiro, cuyo anexo se ha transformado este domingo en colegio electoral.

El ambiente es eléctrico en esta iglesia del emblemático barrio de Copacabana después de la misa dominical, en el día en que los brasileños acuden a las urnas para decidir entre el ícono de la izquierda Luiz Inácio Lula da Silva y el mandatario de extrema derecha.

Joana d’Arco Perina, militante del Partido de los Trabajadores (PT), el de Lula, es una católica devota y se pone roja cuando escucha a Elizabeth de Souza defender a Bolsonaro. Para Joana, él lo ha “destruido todo”.

“Bolsonaro fue enviado por Dios para salvarnos. Lula tiene un pacto con el diablo”, replicó De Souza, vestida con una camiseta amarilla y verde, los colores de la bandera nacional y símbolo del bolsonarismo, en la que aparece el lema “Mi partido es Brasil”.

Esta jubilada de 69 años, también católica, sostiene que en esta jornada electoral se libra una “batalla del bien contra el mal”, un discurso también recalcado por la esposa del presidente ultraderechista, la devota evangélica Michelle Bolsonaro.

La religión ha estado en el centro de esta campaña tan polarizada en un país cuyos 215 millones de habitantes son mayoritariamente católicos, aunque cada vez menos: un tercio pertenece ya a iglesias evangélicas protestantes.

Los evangélicos tienden a preferir a Bolsonaro y los católicos a Lula, pero los candidatos han aumentado sus gestos hacia ambos grupos en la recta final de la contienda electoral.

– Aborto, familia –

“Para mí, la familia es sagrada”, dijo Lula la semana pasada en una reunión con líderes evangélicos.

Pero los recientes esfuerzos del exsindicalista por dirigirse a los creyentes no han convencido a Edval Máximo, de 41 años, que votó a Bolsonaro.

“Nunca vi a Lula en una iglesia hablando la palabra de Dios. Solo ahora que está en campaña habla del tema”, dice este hombre de ojos verde claro, conserje de un edificio y originario del noreste, bastión político del expresidente.

“La izquierda y los comunistas odian la religión”, agrega.

Casi el 60% de los encuestados por Datafolha cree que la cuestión religiosa es un factor determinante en su elección.

Una encuesta reciente del mismo instituto indicó que este factor era más importante entre los votantes de Bolsonaro.

“Estoy contra el aborto. Voy a votar a quien defiende la familia: el Mito”, dijo Magali Zimmermann, de 67 años, utilizando el apodo del presidente.

Pero no solo la religión pesa en su elección. “Me encanta Copacabana, pero me da miedo salir a la calle por los ladrones”, añade la residente de este barrio acomodado y turístico, donde viven muchos jubilados.

“Bolsonaro no es perfecto, pero nos traerá seguridad”, dice esta viuda que nunca se pierde una misa.

– ¿Dios de izquierda? –

Al fondo de la iglesia, Eduardo Jorge se balancea con las manos en alto y canta alabanzas a Dios. Es una de las pocas personas que lleva una camiseta roja, el color del PT, en una multitud donde hay más amarillo y verde.

“Creo en un Dios que distribuya”, dijo este votante de Lula al salir de misa.

“Los bolsonaristas utilizan la fe para defender sus intereses, en lugar de a los pobres. Necesitamos un Brasil que vuelva a ofrecer oportunidades y que no excluya a la gente”, dijo este trabajador social de 53 años.

Los pendientes con la bandera de Brasil son un claro indicio de por quién se inclina Esther Ferreira.

“Sin dudarlo” votará al exparacaidista Bolsonaro, pero sobre todo porque odia a la izquierda.

“Soy católica, pero él podría ser ateo o judío, igual votaría por él, porque lo importante es lo que una persona hace, y me gustó mucho lo que él hizo”, afirma.

Wilson Rodrigues Santos tiene un colorido tatuaje de Jesús en su antebrazo. Pero este votante de Lula insiste en que no fue la religión lo que influyó en su decisión de votar por el antiguo trabajador siderúrgico.

“Todo fue catastrófico con Bolsonaro. Necesitamos que Lula vuelva para (mejorar) la educación, la sanidad, el servicio público… para todo”, añadió. (AFP)

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