En el colosal metro de Doha un local puede lucir una camiseta inglesa con gorra de Argentina o un saudí colocar con mimo el tradicional pañuelo árabe a un hincha mexicano. El ambiente amistoso contagió la previa del duelo de alta tensión entre la Albiceleste y el Tri en el Mundial de Catar.

Las largas horas previas al partido en el monumental Estadio de Lusail (80.000 espectadores), que se disputa a las 22h00 locales (19h00 GMT), fueron pacíficas entre dos de las hinchadas que más fans -unos 30.000 argentinos, 70.000 mexicanos- han traído a Catar.

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