Bélgica, tercera en el Mundial-2018 y eliminada en primera ronda en Catar, asistió el jueves contra Croacia (0-0) en el estadio Ahmad bin Ali a los funerales de su generación dorada.
Un triste adiós para una camada de futbolistas que llevaron al fútbol belga a las cotas más altas desde 2016, y para su seleccionador, el español Roberto Martínez, que anunció poco después de la eliminación que dejaba su puesto después de seis años pasados al frente de los Diablos Rojos.