La utopía de los 60 sueldos

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14 de enero de 2023
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12:01 am
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La utopía de los 60 sueldos

Por: Blanca Moreno (*)

–Están cansados? Noooo…
Entonces… adelante, adelante, que la lucha es constante…

Las calles fueron testigos de sus consignas y luchas. Por su membresía y beligerancia, el gremio magisterial ha sido “trampolín” de políticos para escalar el poder.

Hasta la aprobación del Estatuto del Docente en 1997, los profesores de centros públicos de primaria y secundaria, pasaban más en las calles que en las aulas.

A finales de los 70 y principios de los 80, las fuerzas del orden público, se “camuflageaban” para vigilar y entoletar a los subversivos.

El estatuto incorporó conquistas como los montos añadidos al sueldo, según el tiempo de laborar, calificación académica, cargos de responsabilidad y zonas de trabajo.

Pero vinieron los incumplimientos, nuevas crisis y diálogos de “sordos”. Y así regresaron a las calles, después se unieron a la resistencia popular.

Se creyó que con el nombramiento del dirigente magisterial Alejando Ventura en Educación, la situación mejoraría. Pero si este no hubiese fallecido, estuviera preso.

El ofrecimiento político de 60 sueldos a más de 11 mil jubilados del sistema educativo, vino a estimular los ánimos en un país que de pronto, puede pasar de pobre a miserable.

Los beneficiados reciben una pensión cuando se retiran. Unos más y otros menos, según lo devengado. La desigualdad es tanta que algunos docentes mueren por no poder costear una hospitalización, otros caen en calamidad doméstica.

El Estado no los pagará. Afectaría, arguyen, los que nos gobiernan, la sostenibilidad financiera del Instituto de Previsión del Magisterio (Inprema).

“No se les puede dar de un solo, quebraría el Inprema”, reafirmó, el secretario de Educación, quien al igual que Ventura, viene de la dirigencia magisterial.

La institución de previsión es la que prestó fondos millonarios para financiar el aeropuerto de Palmerola, en la pasada administración y seguida por la actual. Dinero hay pero está “volando”.

Los maestros jubilados reciben una pensión al retirarse. Unos más y otros menos, según lo devengado. La desigualdad es tanta que algunos docentes mueren por no poder costear una hospitalización.

Están a “coyol partido, coyol comido”. Los que han sido funcionarios de Educación, sí se jubilan hasta con 10 salarios mínimos.

La iniciativa de ley para recibir el dinero por adelantado, fue presentada por el diputado nacionalista Mario Pérez, quien justificó ser hijo de una maestra jubilada. El tema se volvió político y utópico.

Los educadores no pueden volver a las calles donde fueron sustituidos por hordas agresivas que se hacen llamar “colectivos”. Y si les preguntan: ¿están cansados? Ni siquiera contestarán. La edad pasa factura.

Esponda lo sabe. Está entretenido con la venta de gabachas mágicas y repartiendo cargos en las supervisiones departamentales. Y pidiendo el requisito de moda: haber quemado llantas, alabar a los Zelaya-Castro, Melara y a los vengadores “patricios”.

Y para qué te escribo de la alfabetización de Paulo Freire, si no sabes leer…

*Periodista. Alfabetizadora de Adultos.

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