Laura Argentina Gálvez Villalobos, maestra jubilada: Refundar no solo es “chepear” modelos internacionales

Sobrina de un expresidente, la profesora Laura Gálvez conoce en carne propia las dos caras de la misma moneda en el caótico sistema educativo: en más de 30 años activa, experimentó el abandono del sistema y las dificultades laborales de los maestros -todos nos “bolseamos” para ayudar a los niños o para comprar material dicdático, dice-. Ahora, retirada, sufre el desprecio junto a más de 14 mil maestros jubilados. “Nos miran como desechos humanos”, se queja. Su excelencia académica durante sus estudios la sacaron de Curarén, uno de los municipios más pobres del país, ejerciendo como maestra de grado y varios cargos de dirección docente, incluyendo directora del recordado programa de calidad de la educación, EFA. Actualmente, lidera una plataforma para exigir el pago de las 60 rentas que les prometieron a los maestros jubilados. En esta radiografía al sistema, sin pelos en la lengua, adelanta que hay pocas esperanzas de que las cosas cambien.

–Les habían prometido pagarles las 60 rentas, ¿qué ha pasado?
Así nos prometieron, hasta está firmado, pero a la hora de la hora nos engañaron.

–¿Por qué ese reclamo si ya tienen la jubilación?
Primero porque no nos ajusta, hay maestros que sacan 500 lempiras de salario, pocos tenemos otros ingresos, yo por ejemplo, tengo unas vaquitas, vendo una y salgo de apuros. Lo peor es que cuando nos jubilamos no tenemos derecho a Seguro Social y ni un cinco, como sí les dan a todos los empleados públicos.

–¿En qué consisten esas 60 rentas?
Cuando los maestros jubilados fallecen, el Inprema les paga a sus herederos cinco años de salarios íntegros, entonces, nosotros lo que pedimos es que esa renta, que serían 60 por cada mes en los cinco años, nos la den en vida. Aclaro que no las estamos pidiendo del todo, habíamos pactado que fueran 100 mil de entrada y luego cuotas mensuales, pero fue una burla más.

–¿Quiénes se oponen al pago de las 60 rentas?
Ahora, todos, incluyendo a los colegios magisteriales, el ministro de Educación, en fin.

–El ministro dice que no les pueden pagar porque quebraría el Inprema, ¿han calculado el impacto?
Mentiras, si no quebró con las condonaciones que se hicieron los colegios magisteriales y otros borrones electrónicos del pasado.

–¿Qué les han dicho los comisionados de Inprema?
Ellos mandaron una circular a Finanzas diciendo que el dinero ya estaba disponible, tenemos las copias de la resolución, pero no ha pasado nada hasta ahora.

–¿Por qué no presentan el decreto para ese pago ahora que son gobierno?
Esa es la pregunta que nos hacemos, pensamos que es por mezquindad, ni siquiera es por cosas políticas, porque yo hasta trabajé por doña Xiomara y no lo digo para que me den chamba.

–¿Lograron que los atendiera la Presidenta de la República?
No, teníamos grandes expectativas porque es mujer, hablaban de socialismo, nuevas ideas, pero no, solo dilaciones al grado que tuvimos que recurrir al Conadeh y a la CSJ.

–¿Recuerda cuándo comenzó en el magisterio?
Claro que sí, en 1982, precisamente, en un gobierno liberal, mediante concurso, gané el primer lugar, en aquellos tiempos se respetaban más los concursos, pues, yo no tenía padrino político.

–¿Algún conocido famoso de su promoción?
Julián Suazo, a quien le mando un gran saludo, por cierto, él fue mi aval político en aquel tiempo, pues era hijo del expresidente Suazo Córdova. Somos de la promoción del 79, la reserva moral del magisterio, como le decimos nosotros.

–¿Su apellido Gálvez tiene parentesco en el expresidente Juan Manuel Gálvez?
Claro que sí, él era primo de mi papá.

–¿Lo conoció?
Ya había fallecido cuando yo nací, pero mi papá se llevaba muy bien con él, al punto que le puso su nombre a mi hermano ya fallecido. Mi papá nos decía que era un hombre honrado, pasaba por el parque central platicando con la gente.

–¿Qué cargos ejerció durante su carrera?
Fui maestra de primer grado durante 15 años, directora de escuela, directora distrital, estudié en Estados Unidos una maestría en educación administrativa, fui jefa del Programa EFA, en fin, logramos superarnos a pura excelencia académica.

–¿Qué tanto daño le hicieron los gobiernos nacionalistas al magisterio?
No le podría decir qué tanto daño, pero en el gobierno de Porfirio Lobo Sosa se creó la nueva Ley de Inprema, en 2011, que es la que nos hizo daño, porque nos dejaron sin protección para los jubilados.

–¿Qué rol juegan los colegios magisteriales en favor de los jubilados?
Ninguno, más bien en ese gobierno de don ‘Pepe’ Lobo se vendieron, no tuvieron valor para parar esa ley y se condonaron las deudas con Inprema, se repartían plazas.

–¿Cómo está la situación del Inprema?
Una exagerada burocracia y cara con personal que no tiene nada que ver con los maestros.

–¿Son buenos los préstamos?
Para nada, nos prestan al 18 por ciento y a los bancos se los dan al 2 por ciento. Entonces, ¿dónde está la ayuda para el magisterio?

–¿Cómo está la situacion de los jubilados?
Triste, precaria, se nos han muerto un montón de jubilados en los últimos dos años, esperando una operación, yo misma, estoy esperando que me operen un ojo y ¿quién cree que va a pagar esa operación?, nosotros mismos, porque no tenemos un seguro médico.

–¿Cuáles son las enfermedades más comunes entre los jubilados?
En un estudio que hicimos, salieron una gran cantidad de enfermedades, pero la más común es Alzheimer, diabetes, hipertensión, enfermedades de próstata, también problemas de nervios. En otra encuesta, la mayoría de los pacientes del Santa Rosita son maestros, porque terminaron con problemas de tantos años lidiando con 40 o 50 niños por grado.

–De todos esos planes que anuncia el ministro, ¿cuáles pueden ser posibles?
Mire, se pueden hacer varios programas, pero yo digo que no solo es “chepear” modelos internacionales, es mejor crear nuestros propios modelos que pueden hacerse porque tenemos personal calificado, nosotros mismos los jubilados podemos hacer aportes.

–¿Los toman en cuenta para estos diseños?
Para nada, nos miran como desechos humanos, nos dicen que no sirvimos, se burlan, pero podemos estar rencos de las piernas pero no del cerebro.

–¿Cómo mira eso de la gabacha?
Pues, sI para ellos es una gran novedad, yo no estoy de acuerdo, porque no es el hábito el que hace al monje.

–¿Qué le falta al sistema?
El problema es que llega un gobierno, bota las ideas buenas de los anteriores, como el proyecto Educación para Todos, EFA, no le dieron seguimiento, porque se terminó el fondo para viaticar.

–¿Le mira rumbo a este gobierno en educación?
Mire, esa secretaría es un nido de personas allegadas a colegios magisteriales, y no digo que es malo, pero solo van a pasear, repartir plazas y desfile de modas, no hay plan maestro para unos 20 años.

–¿Qué piensa de los maestros cubanos para erradicar el analfabetismo?
Lo podemos hacer con los mismos maestros, las normales y los estudiantes de último año de bachillerato, eso es refundar educación, no es una simple gabacha.

–¿Está de acuerdo con las guías sexuales?
Hay que orientar a los jóvenes, pero es un papel más de la familia, porque ahora el internet está orientando a los niños.

–¿Cree conveniente llevar la teoría de género a las escuelas?
Es un tema polémico, se debe tratar con mucha pinza, soy de iglesia, tengo muchas reservas sobre eso, porque la Biblia dice que Dios creó al hombre y a la mujer, pero también pienso que hay que respetar la diversidad y las libertades.

–A las puertas de un año lectivo, ¿qué expectativas tiene?
No veo nada novedoso en la Secretaría de Educación, como le decía, nos pusimos a la disposición para ayudar, pero no se nos tomó en cuenta, ellos sabrán qué hacer, a estas alturas no tenemos más que una simple gabacha, que es la novedad.

–¿Qué nota le pondría al ministro de Educación?
Ha sido una persona de mi admiración por su lucha, pero como ministro no ha dado el ancho.

–¿Su mejor recuerdo como maestra?
Cuando le daba clases a los niños de primer grado.

–¿Una anécdota?
Todos los días era una anécdota, a los maestros nos toca hasta “bolsearnos” para ayudar los niños, compartimos nuestra comida, sin esperar nada a cambio, por eso admiro a mi gremio.

–¿Qué tanto colaboran los padres de familia?
Son nuestros aliados y en muchas zonas de riesgo hasta los mareros se vuelven nuestros amigos y aliados también, eso lo viví en carne propia.

ELLA ES…
Laura Argentina Gálvez Villalobos nació el 5 de septiembre de 1958 en Curarén, Francisco Morazán, donde hizo sus estudios primarios. Se graduó de Maestra de Educación Primaria en la Escuela Normal Mixta Pedro Nufio de Tegucigalpa en la promoción de 1979 y licenciada en Pedagogía en UNAH. Tiene estudios de posgrado en educación administrativa en Estados Unidos. Fue maestra de grado y directora en diferentes programas a lo largo de su carrera activa entre 1982 y 2015. Es consultora de organismos internacionales y lidera un grupo de jubilados exigiendo mejores beneficios a su gremio.