VÉRTICE: Inflación alta ¿ahora qué hacemos?

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14 de enero de 2023
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12:05 am
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VÉRTICE: Inflación alta ¿ahora qué hacemos?

Por: Fernando Berríos*

La inflación es el “impuesto” más grosero porque nos golpea a todos, a ricos y pobres. Desde luego, contrario a lo que afirma un ministro del actual gobierno, en el caso de los ricos (y a muchos de la incipiente clase media) esta elevación de precios no les quita el sueño ni se convierte en un drama social.

Los que, de una o de otra forma, tienen poder adquisitivo, en efecto ven afectadas sus finanzas y mermada su capacidad de ahorro, pero no tienen que lidiar con otros problemas que sí agudizan aún más la crisis de las familias en pobreza como el hambre, la falta de acceso a servicios de salud y educación, la inseguridad ciudadana y la migración forzosa.

El 2022 no fue un buen año en términos de inflación, ya que alcanzamos un nivel histórico de 9.80 por ciento, es decir, el doble de los niveles de inflación que se habían mantenido cada año en las últimas décadas.

En este mismo espacio advertimos que la situación económica mundial, marcada por los efectos de la pandemia y la guerra Rusia-Ucrania, nos obligaban a ser sumamente creativos para proteger el bolsillo de los consumidores. Había que tomar decisiones de política monetaria urgentes, para equiparse a otras economías como la estadounidense, que está directamente relacionada a la nuestra.

Se sugirió elevar las tasas de interés porque ante un escenario de inflación creciente, lo primero que debe hacerse (y así lo dicen los manuales básicos de economía) es desestimular el consumismo, es decir, frene a las personas en su afán de gastar, gastar y gastar.

Una medida de esta naturaleza no solo ayuda a mantener bajo control los precios, sino también estimula a la población a invertir en lo que realmente necesita (vivienda, salud, educación, alimentación). En tiempos de crisis, la población debe comportarse bajo parámetros anticrisis.

Es similar a lo que usted, amable lector, hace en casa. Cuando el dinero se vuelve escaso (porque lo gasta con más facilidad) lo primero que un ser razonable hace es definir las prioridades del hogar y una vez cubiertas esas prioridades, define en qué otros menesteres gastar su dinero. Mal hace quien, aún a sabiendas de que las finanzas del hogar están afectadas, sigue gastando en lo suntuoso como si todo estuviera bien.

No cabe duda que la inflación de 9.8% de 2022 estuvo determinada por esa pesada cruz que todos cargamos con los precios de los combustibles. En este sentido, si bien el gobierno de la República tomó algunas medidas para reducir el impacto al bolsillo de los consumidores, este fue mínimo si consideramos que siempre terminamos pagando hasta 150 lempiras por galón de combustible.

El combustible mueve toda la actividad económica y era previsible que ante un aumento desmedido de los precios de los carburantes, esto impactaría los costos de producción y las empresas se verían obligadas a hacer ajustes a los precios de sus productos.

Muchos aún sostienen que nada se puede hacer para frenar los aumentos al combustible, pero esto es debatible, porque tanto en Honduras como en otros países, se han adoptado medidas en el pasado para mantener los precios subsidiados, a precios bajos que garanticen el mínimo impacto a la cadena productiva. Los fondos petroleros, sin corrupción, son una gran alternativa para mantener el equilibrio.

El Salvador, el vecino más cercano, fue el primero en congelar los precios de los carburantes a un equivalente de 100 lempiras por galón y esto sin duda les permitió mantener una inflación de 7.32% (según datos hasta octubre/noviembre 2022).

De acuerdo a los datos que han trascendido, Honduras registró la inflación más alta de la región, solo superada por Nicaragua que reportaba 11.38%.

Por debajo de Honduras se ubicaron Guatemala con 9.24%, Costa Rica con 7.88%, El Salvador con 7.32% y Panamá con 1.70%.

Y aquí muchos se preguntarán: ¿qué hizo Panamá? La respuesta más fácil quizás sea que Panamá, con una economía dolarizada desde hace varias décadas, siempre se ha caracterizado por tener una baja inflación. Panamá no fabrica dinero, porque usa el dólar americano, que resultó ser una de las monedas más fortalecidas pese a la crisis de altos precios de los alimentos y combustibles en 2022.

De acuerdo a la Cepal, a esta lista de países con baja inflación en 2022, se suman Bolivia con 2.9%, Ecuador con 4% y Brasil con 6.5%.

A nivel de continente, Honduras con el 9.8% superó también a Paraguay con 8.1%, República Dominicana con 8.2%, Perú con 8.3%, México con 8.4% y Uruguay con 9%.

Por encima de Honduras estuvieron países como Colombia 12.2%, Chile 12.8%, Cuba 34.2%, Argentina 87.8% y Venezuela 146%.

Como ven, el gobierno de la República tiene un reto importante en este 2023 porque los augurios no son nada esperanzadores en términos de precios. La crisis internacional seguirá pasando factura, con un mayor impacto socioeconómico, para los países pobres.

*Periodista

Email: [email protected]
Twitter: @berriosfernando

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