Fondo Departamental es amoral y violatorio

MA
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17 de enero de 2023
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12:06 am
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Fondo Departamental es amoral y violatorio

Cultivos que trascienden las fronteras hondureñas

Carlos Medrano

El Fondo Departamental, dinero que se reparte a manos llenas a los diputados del soberano Congreso Nacional, es un abuso descomunal y amoral, una distorsión de las funciones establecidas para los poderes del Estado y un exceso de quienes están electos para legislar, no para andar entregando ayudas que lastimosamente se presta a la maldita corrupción que nos tiene de rodillas como país.

Borrachos de poder y sin medir las consecuencias de “inflar” un presupuesto ya exagerado, los congresistas aprobaron, bajo una nueva modalidad de Fondo Departamental autorizándose la no menos despreciable suma de 950 millones de lempiras para que los diputados entreguen ayudas sociales.
Como si el país estuviese en bonanza económica y abusando del poder que el pueblo hondureño les ha conferido, los representantes del pueblo andarán repartiendo favores como si fuesen Santa Claus, fumigando extensas áreas inauditables, reparando techos, pisos, baches y cuantas obras se puedan hacer para politiquear y en el peor de los casos para robarse ese dinero.

Este dinero que se va a malgastar en “los más pobres”, debió mejor ser utilizado en crear fuentes de empleo que genere riqueza y trabajo, taller de escuelas técnicas para enseñarles a ganarse la vida a miles de jóvenes que no tienen nada que hacer en una sociedad totalmente injusta y desigual.
Está claro y comprobado de manera científica, que todas estas “ayudas” entregadas por los pasados y presente gobierno ya sea en modalidad de bonos, apoyos, cooperación o subsidios no han disminuido la pobreza, lejos de eso la pobreza se ha incrementado de manera sustancial, botando millones y millones de lempiras en actividades improductivas y que se prestan a la corrupción pública.

Además, ese Fondo Departamental ha servido para que el presidente del Congreso Nacional domine, someta y avasalle de manera dictatorialmente a sus compañeros diputados quienes en su afán de obtener ese dinero sin mayor auditoria, obedecen de manera absoluta las órdenes del titular del Legislativo.
Estos fondos departamentales son una distorsión a la democracia y a la separación de poderes, pues el Poder Ejecutivo es, en todo caso, el encargado de entregar fondos sociales, y el Poder Legislativo está instituido para crear, decretar, interpretar, reformar y derogar las leyes de la República.

Los fondos departamentales serán para el desarrollo de infraestructura menor y obras sociales a petición y en beneficio de las comunidades, patronatos, asociaciones, alcaldías, juntas de aguas, cajas rurales, entre otros, lo que evidentemente servirá para politiquear con recursos del Estado.
Queda evidente que lo que menos existe en este país es la austeridad, la prudencia, la visión de país, el buen gobierno, todos quieren aprovecharse desmedidamente para su beneficio sin importarle la condición de los más pobres.

Hoy quienes criticaban duramente a la “narcodictadura” que cometió las más grandes aberraciones en contra de la administración pública y el país, están siguiendo los mismos pasos violatorios a las leyes y la Constitución de la República, ateniéndose a juicios en su contra.

Definitivamente hay que condenar a este Fondo Departamental, a los beneficios desmedidos para burócratas, a la falta de transparencia, al abuso de poder… ¡huele mal todo esto!

Periodista
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