Países de la región replantearán sus políticas fiscales
América Latina y el Caribe sigue siendo la región más desigual del mundo y a partir de la pandemia la riqueza de los multimillonarios aumentó 21 por ciento.
Los gobiernos de América Latina y el Caribe replantearán sus políticas tributarias en la primera cumbre regional a celebrarse a mediados de este año en Cartagena, Colombia, anunciaron hoy organizaciones que luchan contra la evasión, elusión y los paraísos fiscales.
El ministro de Hacienda del gobierno de Gustavo Petro, José Antonio Ocampo, convocó, a la primera Cumbre Ministerial para la región de América Latina y el Caribe, denominada, “Hacia una tributación global incluyente, sostenible y equitativa”.
“Sin ninguna duda, representa un hito en la región para dar luz a una dinámica conjunta de coordinación y no de competencia fiscal”, destacó la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Corporativa Internacional (ICRIT).
“Es el momento de repensar las políticas fiscales, sobre todo cuando se trata de actividades transfronterizas para que sean justas y sostenibles, pero sin coordinación, no será posible poner fin de manera efectiva al abuso de los paraísos fiscales, ni frenar la evasión y la elusión fiscal”, consideró.
“América Latina y el Caribe se merece, por fin, mirar un espacio para construir iniciativas conjuntamente una fiscalidad más justa, un verdadero pacto fiscal”, agregó este tanque de pensamiento.
El foro acogerá a los ministros de hacienda y de las administraciones tributarias del continente y las propuestas se dirigen contra el abuso fiscal por parte de multinacionales y de los más ricos que han acaudalado exponencialmente en un contexto de globalización, que requiere de soluciones supranacionales.
Pero también necesita de una mirada latinoamericana que defienda los intereses y características de la región. Con esta cumbre, Colombia puede ahora hacer historia para lograr que los países de América Latina y el Caribe vayan más allá y definan mecanismos más efectivos en la lucha contra la elusión fiscal, tanto de grandes corporaciones como de grandes fortunas. Pero también, para lograr que la región una sus fuerzas de cara al papel que pueden jugar en la agenda internacional.
Esta cumbre, la primera en la historia, es una oportunidad clara para plantear un consenso latino-caribeño para enfrentar estas múltiples crisis con políticas fiscales más justas y sostenibles, gravando los súper beneficios empresariales y la riqueza para hacer frente a programas de reducción de la desigualdad. (JB)
