“JA, ja, ja –escribe un lector– me encanta la frase final del Sisimite”. Se refiere a esto: “El tal peaje se paga de ida y de regreso, lleve o no carga el camión”. “Es patada y mordida”. (Pues quizás –solloza el Sisimite– convenga devolver la patada y ni hablar de “la mordida”). El comentario de un buen amigo: “El de ayer y el de hoy, dos editoriales coincidentes sobre el mismo tema”. “Y dada su importancia, merecido se lo tiene”. “Si algo ha caracterizado al editorialista de LA TRIBUNA, es su pasión por la defensa de los intereses nacionales”. “Hoy sus comentarios favorecen la actuación del gobierno, y no por eso lo vamos a acusar de gobiernista, siendo todo lo contrario, un ciudadano responsable que, como buen periodista, se pone al lado de su pueblo resaltando un hecho positivo, que es merecedor de divulgación”. “¿Cómo es posible que se den concesiones que atentan contra los intereses nacionales y de paso se llevan de encuentro los de la economía familiar?”. “Criticar todos estos hechos nocivos, es hacer patria”.
Otra contribución: “Todavía en el área centroamericana ningún país ha podido destronar la importancia que ha tenido el canal de Panamá desde que fue construido”. “Es un punto de transporte que se convierte de manera inmediata en el epicentro de movimiento de mercancías más importante y se considera responsable de mover el 6% del comercio mundial”. “Su estratégica ubicación conectando el mar Caribe con el océano Pacífico lo encumbra como una obra de gran prestancia estratégica para los negocios en la movilización de productos”.
“Pero ha habido varias iniciativas de construir una súper carretera como alternativa comercial que discurra entre México y Panamá pasando por los demás países centroamericanos”. “El Plan Puebla Panamá; una iniciativa que se gestó en la administración de Vicente Fox, pero que hasta la fecha no se ha podido concretar”. (Sobre ese tema en particular, la tal iniciativa consistía en integrar los mercados de los empobrecidos sectores del sur mexicano con los atrasados mercados de estos pintorescos paisajes acabados. En otras palabras, enyugar a dos pobrecitos. Una viveza del gobierno mexicano orientada a rescatar su zona más deprimida; de gente que subsiste a un abismo de distancia de las prósperas comunidades del norte de México, gracias al TLC con los Estados Unidos. Cuando le preguntamos a Fox que si la idea era una integración beneficiosa a ambas regiones ¿por qué no hablar de una integración completa, de todo México, con Centroamérica y Panamá, no solo de Puebla para abajo? No supo qué contestar). Una exdiputada amiga: “En el momento de la aprobación (del contrato de concesión del peaje) alegamos, entre otras cosas, que al no contar con vías alternas, el peaje resultaba atentatorio para la libre circulación –(Art. 81 CR)– pero no fue suficiente argumento y no hubo eco”. “Su editorial de hoy nuevamente es un campanazo que ojalá provoque reacciones tempranas, si es que aún es tiempo”.
Otro lector: “Hay retos grandes para mejorar la infraestructura del país”. Llevamos años en no poder ponernos de acuerdo, ¿quién la desarrollará en tiempo y forma? Si bajo iniciativas públicas, privadas, o público-privadas; pero, por ahora, ni se “hace mucho ni se deja hacer tampoco”. “Estamos fritos y asados en infraestructura básica y elemental de todo tipo”. Otro lector: “Es que aquí con ese tal Covi es sí o sí”. “Imagínese estar cobrando por una carretera ya existente”. “Ya era tiempo que alguien les dijera sus verdades”. Y no hay vías alternas para “capearse el pillaje”. “Más bien los ubican a conveniencia, por donde el tránsito vehicular les dejará un morral lleno de pisto”. “El ejemplo más representativo son las consecuencias dejadas por las casetas fatídicas de Santa Cruz”. “Varias vidas perdidas que se pudieron evitar”. “No solo en eso. Estancos a la par de escuelas y colegios o a la inversa”. (Y sobre lo tratado en editoriales anteriores mandan una frase a Winston y al Sisimite de Ralph Waldo Emerson: “El propósito de la vida no es ser feliz”. “Es ser útil, honorable, compasivo, marcar la diferencia entre solo haber vivido o haber vivido bien”).
