José María Leiva Leiva.
La cueva de Tham Luang Nang No, situada al norte de Tailandia no es una cueva cualquiera. Forma parte de un sistema subterráneo de 10 kilómetros repleto de laberintos formados por salas estrechas repletas de estalagmitas y estalactitas, pasillos sinuosos y callejones sin salida, y que se inunda en época de monzones. No obstante, el fatídico 23 de junio de 2018, no había signos de tormenta que permitiera presagiar lluvias, y la caverna no parecía peligrosa, solo un sitio fresco y aventurero para explorar.
Ese día, un equipo de fútbol infantil, integrado por 12 niños con edades comprendidas entre 11 y 16 años y su entrenador de 25, quedaron atrapados en ella, sin comida ni abrigo tras una tormenta que la anegó, impidiendo su salida y generando pocas o casi ninguna posibilidad de supervivencia. El operativo de rescate se formó rápidamente. La noticia saltó a las rotativas de todos los informativos mundiales. Varios países y numerosos voluntarios ofrecieron su ayuda, convirtiendo el suceso en un ejemplo único de solidaridad mundial. La misión, además de complicada, no tenía ningún precedente en toda la historia. Hubo que hacer un plan nunca ensayado, con todo lo que esto implicaba.
En 2022, Ron Howard (“Cocoon”, “Apolo 13”), estrenaría la película “13 vidas”, inspirada en el agónico y desgarrador rescate de esos muchachos, teniendo como sus principales protagonistas a los espeleobuzos protagonistas del rescate: Viggo Mortensen (“El señor de los anillos”), como Rick Stanton; Colin Farrell (“Alejandro Magno”), como John Volanthen, y a Joel Edgerton (“El gran Gatsby”), como el anestesista, Harry Harris, en quien descansaría la compleja y arriesgadísima decisión final de sacar con vida a los 13 atrapados, cuya existencia hacía presagiar lo peor.
“Destaca la profesionalidad con que todos ellos se han adaptado a un medio acuático, para que el que tuvieron que renovar su carnet de buzo aficionado, y para el que fueron entrenados por buzos profesionales, que en un principio serían los que rodarían la mayor parte de las tomas. Pero los actores dijeron que aprenderían lo que fuese y entrenarían lo que hiciera falta, pero que querían ser ellos los que rodaran todas las escenas. Y así se hizo”, relata Luz Nogués, en https://cinemagavia.es/
SOCIEDAD
PRIME VIDEO
Agrega: “Sin caer en el amarillismo o el morbo, la película ha reflejado de una manera sobria y contundente la crónica de supervivencia y la generosa y voluntaria acción de rescate, incidiendo en la espiritualidad del pueblo tailandés, sin olvidar los intricados caminos de la burocracia y los estamentos políticos, iguales en todas partes del mundo. Y en el realismo que emana del filme se nota que detrás hay un gran trabajo de documentación”.
“Howard habló –señala Nogués-, con los protagonistas de la operación de salvamento: los buzos, el ingeniero voluntario que se ocupó de evacuar el agua de la montaña y con varias de las numerosas personas que participaron. Los actores, Viggo Mortensen, Colin Farrel y demás miembros del reparto también hablaron con ellos para empaparse de lo que realmente sucedió. Su relato, les cautivó… Los 142 minutos de metraje son todos y cada uno necesarios y nos mantienen en vilo hasta el último momento”, un hecho que redunda en el espectacular resultado de la película, que en su conjunto resulta angustiosa, claustrofóbica, inmersiva, emocionante, esperanzadora, desgarradora, y sumamente conmovedora.
Resta decir, que “13 vidas”, es el tercer largometraje dedicado a este acontecimiento, aunque el primero como película de ficción. Las otras dos referencias son: “Milagro en la cueva” (The Cave, Tailandia/Irlanda, 2019) dirigida por Tom Waller quien mezclaba ficción con documental, y filmaba en la misma cueva y con algunos de los participantes reales. Siendo la otra, “The Rescue” (2021) el documental dirigido por Jimmy Chin y Elizabeth Chai Vasarhelyi, que contiene un material inédito y más de alguna escena recreada.
