UNA EMPRESA CENTENARIA

ZV
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22 de enero de 2023
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12:39 am
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UNA EMPRESA CENTENARIA

PODRÍAMOS contar con los dedos de la mano las pocas empresas hondureñas verdaderamente privadas que han logrado alcanzar los cien años de acción mercantil y de servicio a la sociedad. La exigencia sería mayor si acaso preguntáramos cuáles de las empresas que operan en el territorio nacional, estarían en condición de proclamar a los cuatro vientos que son “cien por ciento hondureñas”. Tal vez, en el remoto caso que subsistan, algún viejo restaurante, un hotel desvencijado, una farmacia o, quizás, personas jurídicas aisladas que se dedican al arrendamiento de bienes inmuebles.

Pero como estamos ventilando el tema empresarial en el sentido estricto del término, consideramos, sin temor a equivocarnos, que la empresa que en la actualidad reúne las condiciones arriba señaladas, es la que opera bajo la denominación de “Grupo Flores”, más conocida entre clientes, empleados y usuarios, como “Valentín Flores y Compañía”, empresa que comenzó a funcionar como un pequeño taller de reparaciones mecánicas en el curso de 1923, es decir, hace exactamente cien años.

Don Valentín Flores Cabrera (QEPD), catracho emprendedor, tuvo el sueño de articular una serie de actividades a las cuales imprimía su sello de honestidad, esfuerzo, valores sólidos y espíritu progresista. El “Garaje Flores”, como originariamente fue bautizada la empresa, extendió gradualmente sus alcances hacia otras actividades ligadas a este rubro, como la comercialización de vehículos de reconocida marca internacional, y satisfactoriamente populares en la sociedad hondureña. Nos referimos a las marcas líderes “Toyota”, “Lexus”, “Ford” y “Scania”.

A la intensa comercialización de vehículos la empresa le fue anexando, con el paso de los años, nuevas actividades propias de los servicios terciarios de calidad, es decir, integralidad en la oferta comercial para los clientes; correduría de seguros; manejos ambientales; rentas de autos; cursos masivos de capacitación automotriz y digitalización; becas para jóvenes hondureños y otras soluciones. Algo novedoso, en este sentido, es que la “Corporación Flores” ha sido una de las primeras instituciones privadas de Honduras en introducir en sus quehaceres el alto concepto de “responsabilidad social empresarial”, promoviendo becas para jóvenes y la capacitación de sus empleados (y de los hijos de los empleados) y de los clientes, dándole seguimiento a cada uno de los proyectos en marcha.

No es nada fácil mantener una empresa intacta, y en proceso de crecimiento, durante una centuria, en la que ha sido fuente vigorosa de empleo para millares de empleados y sus familias, bajo el lema significativo y edificante de ser “100% hondureña”. En varios casos ni siquiera las instituciones estatales más respetables se resguardan durante tantos años y décadas. Por eso una dama representante del Consejo de Administración de esta empresa centenaria, expresó en términos conmemorativos que “Han sido 100 años de mover a Honduras con excelencia y arduo trabajo, por los cuales damos gracias a Dios, ya que representan la confianza, el apoyo y la lealtad de nuestros clientes, socios de negocios y de un gran equipo de colaboradores. 100 años de éxito basados en sólidos valores, unidad, innovación, trabajo en equipo y en la mejora continua, algo que llena de orgullo a todas las personas que conformamos Grupo Flores, y vamos por 100 años más en Honduras y la región.”

El optimismo que se desprende de tales expresiones es más que aleccionador y rotundo. Ojalá otros empresarios consolidados, más los nuevos “emprendeduristas” que vayan apareciendo, sean grandes, medianos o pequeños, levanten la bandera nacional del optimismo y la libertad, apostando por una Honduras superior, incluyendo, desde luego, a toda la región ístmica, por aquello de los sueños republicanos de José del Valle y Francisco Morazán. En razón de este extraordinario acontecimiento, son sigificativas las merecidas congratulaciones que reciben los directivos, accionistas, trabajadores y clientes de la “Corporación Flores”, augurándoles éxitos en la visionaria propuesta de seguir moviendo a Honduras, sin abandonar, desde luego, el principio libremente adoptado de “responsabilidad social empresarial.”

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