El camino a Nirvana

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23 de enero de 2023
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12:11 am
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El camino a Nirvana

La reelección es ilegal

Primero, qué tal si hacemos un alto en nuestra rutina diaria y reflexionamos sobre estas diferencias: Fácil es juzgar los errores de otros, difícil reconocer los propios. Fácil es hablar sin pensar, lo difícil es pensar antes de hablar. Fácil es prometer, lo difícil es cumplirlo. Fácil es criticar a los demás, lo difícil es mejorar uno mismo. Fácil es llorar por lo perdido, lo difícil es cuidarlo antes de perderlo. ¿Y la diferencia entre te quiero y te amo? El sabio respondió bellamente: Cuando quieres una flor simplemente la arrancas; cuando la amas la riegas a diario.

Me dijeron: “Conserva lo que tienes… olvida lo que duele… lucha por lo que quieres… valora lo que posees… perdona a los que te hieren y disfruta a los que te aman. Nos pasamos la vida esperando que pase algo, y lo único que pasa es la vida. No entendemos el valor de los momentos hasta que se han convertido en recuerdos… por eso haz lo que quieras hacer, antes de que se convierta en lo que te gustaría haber hecho”. Enseguida otro agregó: “No solo mires, observa. No solo tragues, saborea. No solo duermas, sueña. No solo pienses, siente. No solo existas, vive… Cuando logres escuchar el silencio, habrás aprendido el lenguaje del alma”.

Y mientras meditaba lo antes dicho, otra cálida voz, con rigor señalaba: “La tranquilidad no se negocia. Con el tiempo aprenderás a frenar la lengua… a no reaccionar cada vez que escuchas o ves algo que no te agrada. Entonces… aprendes a retirarte… a evitar esos lugares o personas que te hacen sentir incómodo. Y comienzas a proteger tu paz… tu círculo se vuelve cada vez más pequeño… y a su vez… más saludable. A esto yo le llamo inteligencia emocional. Hay que aprender a elegir las batallas… no todo el mundo merece tu atención… menos tu compañía”.

Sí, aquí, ahora sin temor confieso, “que he llegado a la edad donde no vivo con el fin de impresionar a nadie… es más, si alguien desea retirarse de mi vida, muy cordialmente lo conduzco a la salida para que no se pierda en el camino… se trata de elegir a las personas con quién paso mi tiempo y lo que quiero de ellas. Disfruto la paz, las palabras de aliento, las risas, la lealtad, las anécdotas, la complicidad. Lo que menos quiero son reproches, reclamos, quejas, caras largas y amarguras. Ya no tengo paciencia, ni tiempo, ni edad”.

No te olvides, me dice una vocecita de mi interior, que “en el libro de la vida, la portada con los años se estropea, las páginas con unas cuantas arrugas amarillean, pero el contenido no cambia. Quien es bello por dentro lo permanece para siempre. A pesar del tiempo. Y es que la vida pasa tan deprisa que a veces el alma no tiene tiempo de envejecer”. Al final, cual, si fuese un dulce y placentero sueño reivindicador, “desperté y todo aquello que un día hizo daño ya no dolía, busqué mi olvidada valentía, empaqué unas cuantas sonrisas y me marché para ser feliz”.

J.J. Pérez López
Barrio El Manchén
Tegucigalpa, M.D.C.

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