La elección de la nueva Corte Suprema de Justicia

MA
/
24 de enero de 2023
/
12:26 am
Síguenos
  • La Tribuna Facebook
  • La Tribuna Instagram
  • La Tribuna Twitter
  • La Tribuna Youtube
  • La Tribuna Whatsapp
La elección de la nueva Corte Suprema de Justicia

Rafael Delgado

Después de varios meses de trabajo de la Junta Nominadora y de claros deseos expresados por parte de los hondureños de un cambio sustancial en el Poder Judicial, el proceso de elección de la nueva Corte Suprema de Justicia pronto terminará. Como se ha expresado en innumerables opiniones desde diferentes ángulos, necesitamos de magistrados independientes y dispuestos, ante cualquier injerencia, a defender esa independencia en la impartición de justicia, solamente obedientes a la Constitución de la República y demás leyes, capaces y con profundo dominio de su oficio. Pronto sabremos si en efecto eso fue el espíritu del trabajo realizado por la Junta Nominadora y si ese es también a lo que aspiran los diputados a la hora de escoger los quince magistrados entre la nómina enviada.

Las debilidades del actual Poder Judicial ya las conocemos y las sentimos de diferentes formas, siendo esto el abono efectivo para que lo ilegal, lo torcido, lo injusto crezcan con profundas raíces y poderosas ramas en todos los ámbitos del país. Todo aquello de tener peones en la Corte para ganar las demandas que se llevan a esas altas instancias, fue el ataque inicial que sirvió para romper las puertas y que después rápidamente evolucionó, en el juego de la política de las cúpulas partidistas y de los poderosos intereses económicos, a vicios de otros tipos. En ese ambiente en el que la Corte se convirtió en el botín repartido, prosperaron además el narcotráfico y el lavado de activos, el irrespeto a la Constitución, la reelección ilegal de JOH, las ZEDE para mencionar solamente alguno de los más dañinos procesos contra el país.

Estoy seguro que cada vez hay más voces que exigen revertir esa caída estrepitosa y hay algo importante que se ha movido en los últimos meses para lograrlo. Por lo tanto, sería injusto y dañino desacreditar el trabajo de todos los que han participado para avanzar. Al parecer hay trabajo hecho por la Junta Nominadora. Sin embargo, hay que ser cautelosos también para no caer en el engaño. Los poderosos mecanismos que quieren mantener el control de la Corte Suprema de Justicia no han cesado en sus intentos. Y cuando me refiero a esto, incluyo a todos; tanto los que desde el poder político como económico quieren recuperar una cuota, como los que desde la oposición no desean ceder nada. Y esta sorda lucha por la respectiva cuota en la Corte Suprema a la que quieren mantenernos acostumbrados no tiene nada que ver con diferencias de enfoque, ni con visiones particulares sobre temas de la legislación nacional que serían naturales. Ojalá de eso estuviera alimentado el debate en Honduras como lo es en otros países cuando se va a escoger magistrados a la suprema corte. Aquí ha sido simplemente la cuota para defenderse la que se pelea. En resumidas cuentas, un enfrentamiento de fuerzas motivado por intereses ilegales, por aspiraciones que no están enmarcadas en el juego democrático y que termina siendo muy caro para todo el país.

El hecho que la actual Secretaria de Finanzas, Rixi Moncada, fiel correligionaria de la gobernante y de su esposo, no se haya postulado, fue una buena señal. Pero las declaraciones del vicepresidente del Congreso Nacional Carlos Zelaya en meses anteriores anunciando la obligación de apoyar a los correligionarios que se lancen a candidatos a magistrados, sonó nuevamente como el grito de la caverna, tratando de dar la línea: la lealtad a los intereses del partido sobre todo. La bancada nacionalista por su lado calla y calcula silenciosamente en su estrategia de no perder el control. Mientras tanto algunos diputados liberales fieles al juego nefasto, igualmente hacen números en vez de alinearse al clamor apabullante que exige una Corte muy diferente. Lo que la patria espera es que los diputados del Congreso Nacional escojan los mejores candidatos y que el único criterio para escogerlo sea su capacidad, su apego a la ley y su independencia demostrada a lo largo de toda su carrera. Lo demás son consideraciones dañinas que nos hundirán más en el atraso.

Más de Columnistas
Lo Más Visto