Nuestro entorno psicológico

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25 de enero de 2023
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12:40 am
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Nuestro entorno psicológico

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Nery Alexis Gaitán

Es necesario ir conociendo las particularidades de nuestro entorno psicológico. De esa forma vamos entendiendo la naturaleza de nuestros pensamientos, emociones y actos. Es cierto que hay un accionar psicológico que subyace en el interior profundo de nuestra psiquis propiciado por los yoes, que nos es desconocido, pero la práctica de la autoobservación nos lleva a comprenderlo y, de ser posible, a eliminarlo, liberando así nuestra psiquis; lo que produce salud psicológica, emocional y nuestros actos entonces son correctos.

El entorno psicológico con que estamos familiarizados no nos sorprende ni escandaliza y nos hace actuar sin sobresaltos. Pero algunos yoes o pecados que se encuentran en nuestro subconsciente nos asaltan de improviso y ejecutamos acciones que nunca habíamos creído posible. Por ejemplo, ante un evento de ira se nos manifiestan deseos de asesinar; ante un evento de envidia ansiamos los bienes ajenos y de paso deseamos que el poseedor de esos bienes se muera o le ocurra una tragedia; ante un evento de lujuria deseamos intensamente a la mujer del prójimo, etc.

Pensamos, sentimos y a veces actuamos de una forma que jamás habíamos imaginado. Y terminamos sorprendidos de lo que hemos sido capaces de pensar, sentir o hacer. Como, por lo general, pensamos de nosotros lo mejor, que somos buenas personas, honestas, generosas, que nunca le haríamos daño a nadie, raramente se nos había cruzado por el pensamiento que somos capaces de realizar las más viles acciones. Pero así somos de complejos, nuestro entorno psicológico es una multiplicidad gobernada por los yoes, esa es la realidad.

Lo cierto es que somos lo que pensamos, sentimos y hacemos. Nuestra intimidad psicológica, consciente y subconsciente, evidencia la naturaleza de nuestra calidad humana. Aunque parezca increíble, pero los yoes que nos gobiernan nos ubican en el lugar preciso donde mora nuestra conciencia. Lo que determina la calidad de nuestra alma y los valoremos espirituales que poseemos.

En el mundo físico podemos ser honrados, pero en nuestra intimidad psicológica podemos morar en una cueva de ladrones; una dama piadosa y casta en el mundo físico, puede habitar en prostíbulos en su entorno psicológico subconsciente; un hombre de bien, honesto y amable en el mundo físico, puede vivir entre asesinos en su interior psicológico. Todo depende de los acompañantes que tengamos, es decir, los yoes que habiten nuestras regiones psicológicas.

Es muy importante tratar de darnos cuenta de la naturaleza de todos nuestros pensamientos, sentimientos, emociones y actos, así identificaremos la naturaleza de nuestro entorno psicológico y nos daremos cuenta de nuestra verdadera calidad como seres humanos. Una característica de nuestro entorno psicológico habitual o cotidiano es que nos hace ser repetitivos y cometer los mismos errores hasta el cansancio. Por ejemplo, hay personas que siempre andan hablando del mismo tema, digamos que nunca descansan contando chismes; o hablando de su partido político; o de su equipo de fútbol preferido…

Es muy común que ciertas personas sean adictas a la mentira, mienten hasta en las cosas más insignificantes; o que se les manifieste le envidia, los resentimientos, los odios, el orgullo, etc., constantemente. Esto significa que su entorno psicológico es gobernado completamente por determinados yoes o pecados que se manifiestan cotidianamente.

Pero estas personas también pueden actuar de formas más agresivas o violentas sin que se hayan percatado que son capaces de ello. Ese accionar es producto del entorno psicológico que yace en el interior de su psiquis y que desconocían.

Práctica: Hay que andar en autoobservación para identificar la naturaleza de los yoes que se manifiestan y así estar conscientes del entorno psicológico en que vivimos. También es muy importante, por la noche, hacer una retrospección psicológica; es decir, realizar un recuento de los escenarios psicológicos, dónde y cómo se manifestaron los yoes durante el día, eso nos ayudará a conocer nuestro interior psicológico y emocional. Así seremos capaces de ir eliminando más certeramente los yoes o pecados que en nuestro interior cargamos.

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