“¿POR qué presidentes electos popularmente –fue la pregunta formulada por el presidente colombiano en la Cumbre de CELAC– hoy están presos?”. “Respondo: –dijo a renglón seguido– por el marcado abuso que hacen los congresos nacionales o asambleas legislativas del famoso juicio político, cuando aún están en el ejercicio del poder y ya fuera de él en algunas ocasiones por venganza o persecución política”. “En limitados casos por actos comprobados de corrupción (peculado)”. Y prosigue la nota periodística: “Aunque no comentó explícitamente la crisis política y social que hoy atraviesa Perú, tras la destitución –y posterior encarcelamiento– de Pedro Castillo, el presidente colombiano se preguntó: ¿Por qué presidentes elegidos popularmente hoy están presos cuando deberían estar en esta mesa, por qué se le vulneran a partir de autoridades administrativas e incluso parlamentarias los derechos políticos a cualquier ciudadano?”.
Veamos. Las causales que originalmente motivaron las mociones de vacancia del profesor rural de sombrero de paja de ala ancha, fueron las acusaciones formales de la Fiscalía de presuntamente “liderar una organización criminal en el seno de su gobierno”. “La investigación –según el fiscal general– ha revelado indicios de que Castillo es el cabecilla de una red responsable de los delitos de organización criminal, tráfico de influencias y colusión y una feroz obstrucción de justicia desde esa red supuestamente enquistada en el gobierno con la finalidad de copar, controlar y direccionar proceso de contrataciones para obtener ganancias ilícitas”. (¿Para eso sirven –de acuerdo a la deducción de Petro– las fiscalías vengativas?). Lo que derramó la copa fue el fujimorazo –anunciada por Castillo– que sumó a las causales anteriores los delitos de “usurpación de las funciones públicas, impedir el funcionamiento de los poderes del Estado y violentar el orden constitucional”. Los magistrados que desestimaron la apelación de la defensa arguyeron que “las detenciones preventivas se aplican en caso de “delitos graves”, riesgos de fuga o alta probabilidad de que se haya cometido el delito”. Otro sonado caso, tomando la versión de BBC Mundo –del 2017– fue el siguiente: “Ollanta Humala gobernó Perú de 2011 y 2016, y no son pocos los que consideran que la entonces primera dama, Nadine Heredia, hacía sombra a su marido”. “Involucrados en un escándalo de corrupción, ahora ambos esperan en un calabozo a que se decida en qué centro cumplirán con la orden de 18 meses de prisión preventiva dictada en su contra”. “En su resolución, el juez hizo referencia al “alto grado de probabilidad” de que Humala eluda la acción de la justicia y perturbe la actividad probatoria en el caso por lavado de activos; muestra de ello, el hecho de que el expresidente haya traspasado su departamento ubicado en Miraflores, un exclusivo distrito de la capital Lima, a sus hijas como adelanto de herencia”.
“El escándalo de corrupción que involucra a la constructora brasileña Odebrecht, considerado “la mayor red de sobornos extranjeros de la historia”, ha salpicado a personalidades de varios países de América Latina”. “Y en él han visto envuelto su nombre también Humala y Heredia”. “De hecho, uno de los asuntos que investiga la Fiscalía es la presunta entrega de US$3 millones por parte de Odebrecht a la pareja –ambos han negado culpabilidad en los delitos imputados– para la campaña de 2011, que llevó a Humala a la presidencia”. Antes que el Congreso lo sometiese a un juicio político por presuntos sobornos ligados a Odebrecht, PPK mandó una nota dimitiendo: “Frente a esta difícil situación que se ha generado y que me hacen aparecer culpable de actos que no he cometido, pienso que lo mejor es que renuncie”. Fue sustituido por su vicepresidente. Pero al rato –el que busca encuentra– también le tocó su turno: Los señalamientos contra Vizcarra –quien niega todas las acusaciones– se encuadran dentro de la investigación del caso conocido como “el Club de la construcción”, por supuestamente haber recibido sobornos en su ejercicio como gobernador. Cuando gozaba de popularidad disolvió el Congreso; pero en las elecciones legislativas, sacaron más los opositores que el oficialismo. Su imagen se fue deteriorando lo que facilitó prosperara la moción de vacancia. Trágico el caso del expresidente Allan García quien prefirió pegarse un tiro en la sien –antes que tolerar el suplicio de esos juicios por corrupción (¿de fiscalías vengativas?)– cuando intentaban capturarlo en su casa de habitación. (Fin de algunos casos, aunque hay otros). En resumen, Petro les ofreció un pacto en el cual “si llegamos al poder desde las izquierdas no es para encarcelar derechas, en América Latina no tiene que haber un solo preso político; pero si llegan las derechas al poder no es para matar a las izquierdas”. (Solo es cuestión de discernir –suspira el Sisimite– ¿por qué caen cuando caen? Ah, y ¿cuántos caen por delitos comprobados, cuántos por rencores políticos, y cuáles por ambas cosas?
