El Centenario de María Clementina Nieto Silva

ZV
/
28 de enero de 2023
/
12:36 am
Síguenos

Miguel Rodríguez A.

Muy pocas veces se tiene la oportunidad de asistir a un evento centenario. ¡Y qué gusto! Comentamos y vivimos uno: la celebración del centenario de nacimiento de doña María Clementina Nieto Silva (19–octubre–1922). Invitados por el profesor don Ramón Nieto Silva hijo -único- de la mujer centenaria. “Su vida es una fuente de inspiración”. La asistencia ascendió a más de 100 personas en la Casa del Roble, un pintoresco lugar muy cercano al casco histórico de Ojojona.

Un pueblo lleno de historia y tradición. Cercano al sur de Tegucigalpa con un agradable clima. Este lugar nos ha dado muchos ciudadanos prominentes para Honduras desde lo nacional y en todas las diversas dimensiones (local, familiar…). Pablo Zelaya Sierra, Eduardo Martínez López, Francisco Ramón Días Zelaya Guillermina Cerrato y doña María Clementina desde el punto de vista.

Su conversación es impresionante. Doña María Clementina es una mujer amigable y enérgica. Despierta en su familia muchos sentimientos y su comunidad la respeta. Tiene una lucidez impresionante: una fuente de historia todavía por rescatar y escribir.

Así como la de su municipio y casco histórico. Su casco histórico es muy rico. Tiene muchos inmuebles patrimoniales y su casco histórico fue declarado Monumento Nacional en 1996. Es un pueblo con una profunda vocación para la alfarería. Más la decorativa y la que siempre ha estado en las cocinas hondureñas. Comenta nuestra misma anfitriona que fue en los años de 1950 que se intensificó. Promovido por artesanos no especializados como quien fuera doña Guillermina Cerrato, otra mujer prominente para Ojojona y emparentada con doña María Clementina.

Su Iglesia católica “San Juan Bautista”, un atractivo templo en la Plaza. Aquí se celebró una misa especial por el centenario de doña María Clementina. Dirigida por su párroco, el padre Tony Salinas el culto se desarrolló con sentimiento. Se recordó el recorrido de vida de “doña Tina”, como la llama su gente. Una mujer con un profundo carácter religioso que vivió su vida en los jardines de las iglesias de Ojojona, en la eucaristía y en el coro. El padre Tony Salinas concluyó que doña María Clementina “Sin ser religiosa vivió como una mujer de iglesia, que es amar, que tiene responsabilidades de hogar pero que pudo darle tiempo, espacio y amor a las cosas de Dios”.

Doña María Clementina nació en Ojojona, por mano partera y en casa de José Aguilar y Sara López el 19 de octubre de 1922. Sus padres fueron don Juan Ramón Nieto González y Lastenia Silva. Su padre Juan Ramón fue hijo legítimo de José María Nieto y Francisca Gonzales bautizado en la iglesia San Juan Bautista el 8 de febrero de 1895. Su madre, Lastenia Silva fue hija de Procopio Silva y Juana de Dios Aguilar también de credo católico. Este matrimonio se verificó el 23 de abril de 1930. Fue la primera hija de una larga lista de hermanos y la continuación de una historia familiar. Los casados de ese día ya tenían hijos “naturales”, él con tres hijos y ella con uno. Sus hermanos “legítimos” fueron, Napoleón, Juan Pablo, Alfredo, Rosa, Isabel, Manuel Antonio y Lidia.

Cuando aún muy pequeña, la niña María Clementina fue trasladada una temporada a Curarén, en donde cursaría su primer año de escuela. La razón sería su padre quien trabajaría en la construcción del Cabildo de aquel pueblo acompañando a Alfonso Silva, hermano de Lastenia. Los próximos dos años escolares los haría en Ojojona de vuelta en casa aproximadamente entre 1928-1929 según la memoria familiar.

Juan Ramón, el recordado abuelo de la familia, se dedicó a diversas actividades, como la carpintería, ganadería, talabartería y la agricultura. Sus vidas se desarrollaron en el campo, a candil y machete, ocote y fogón.

La abuela se dedicaría al mundo doméstico, según la memoria de su familia Lastenia fue quien le enseño a María Clementina muchos oficios, como la costura, actividad que dejó de realizar hasta hace pocos años. La organización familiar se desarrolló entorno a don Juan Ramón. “un hombre público, alcalde de Ojojona en 1933 y después juez de Paz con alrededor de 10 años de servicio”.

La niña María Clementina solo cursaría hasta tercer grado, única opción educativa en el pueblo de esos años. En su condición de hermana mayor, desde muy niña forjó un carácter único, dedicado al servicio de su familia y la comunidad.

Tiene conocimientos en la costura. El medio adquisitivo con el cual vivió también toda su vida. “Costuró para ella, sus hermanos y para la comunidad”.

La joven María Clementina tendría una vida pública (concejil). A decir de su hijo, fue una oradora prominente “a pesar de que nunca salió de Ojojona”. Su retrato probablemente anterior a 1950 la hace ver una mujer bella. Cuando tenía 33 años (1955) tendría a su hijo Ramón con Trinidad Cruz: “fruto de una aventura ya que mi papá era un hombre que ya tenía hogar”. Doña María Clementina viviría en la soltería toda su vida, criando a su hijo sola… Todos sus hermanos hicieron sus vidas propias, se casaron y María Clementina mayor y jefa del hogar, se quedó en casa de sus padres”.

Fue candidato a alcaldesa, contendiente de “Ricardo Agustino en el tiempo en que Roberto Suazo Córdova fue presidente” (1982-1986). Sus años de juventud, adultez y hoy en su ancianidad corresponden a una vida local que presenció y fue testigo de acontecimientos históricos, de la comunidad y su familia.

Doña María Clementina “fue autora en la Marimba Voces de la Tarde, ejecutora de teatro y lectora de las pastorelas del Padre Trino, estuvo en el elenco de la película hondureña Amor y Frijoles”. Lo más sobresaliente doña María Clementina sería su vocación por la iglesia. Fue presidenta -y aún mantiene esta idea- de la Guardia del Santísimo, 45 o 50 años… la señora que cantaba en latín y cambió la ropa de los santos de la iglesia de la parroquia San Juan Bautista y de la iglesia Nuestra Señora del Carmen y la de Guazucarán”.

“Sirvió en actividades sociales-religiosas; hizo los vestidos de los santos, participó en la construcción de la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, en la construcción de la torre y haciendo trabajos para obtener fondos. Fue mayordoma de la virgen de Guazucarán, miembro del Coro de la iglesia en donde cantó conjunto a don Yito [Pascual Bustamante] con el armonio”. Fue la primera presidenta de la Sociedad de Padres de Familia del Instituto San Juan de Ojojona 1983-1984 y la segunda promoción de ese instituto lleva su nombre.

En su vida adulta enterró a sus padres y a varios de sus hermanos. Actualmente viven Isabel (87), Alfredo (92) y ella (100) entre una numerosa familia. Celebramos su vida y su historia. Motivamos a su gente y a los profesionales a rescatar su memoria, hoy tan importante para la forja de nuestras identidades.

Fuentes:
Conversación con Ramón Nieto Silva, 6-10-2022.
FamilySearch.com

Más de Anales Históricos
Lo Más Visto