Inteligencia y rapidez para repensar la centroderecha hondureña

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28 de enero de 2023
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12:05 am
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Inteligencia y rapidez para repensar la centroderecha hondureña

Por: Carlos G. Cálix

¡Si es algo bueno hay que hacerlo rápido! -dice un exitoso nuevo amigo que tiene más de cincuenta años de experiencia en gestión e implementación de proyectos públicos y privados- A esa frase he decidido agregarle un par de palabras: ¡Si es algo bueno hay que hacerlo rápido, con inteligencia! Y es que, si no se reacciona con inteligencia, rapidez y financiamiento veremos la fragmentación de esa derecha que debemos repensar. Entonces; ¿se debe efectuar una gran coalición de derecha? o, ¿cada partido político debe iniciar un proceso individual de renovación y reformulación de sus proyectos?

Para analizar la primera opción recurro al propósito político que decantó en el triunfo de Luis Lacalle Pou mediante una coalición de la centroderecha uruguaya que consiguió́ acabar con el ciclo de gobierno del Frente Amplio. La elección sucedió en dos vueltas, ya que en la primera ninguno de los partidos políticos que compitieron obtuvo la mayoría absoluta. En la primera vuelta, realizada en octubre de 2019, el Frente Amplio (FA), partido de izquierda que llegaba a la elección después de tres gobiernos nacionales consecutivos, obtuvo la mayoría de los votos (39%), seguido por el Partido Nacional (28,6%). En la segunda vuelta, el Partido Nacional se presentó liderando la Coalición Multicolor, en la cual incluyó al Partido Colorado, a Cabildo Abierto (CA) y a dos partidos políticos que obtuvieron 1% de los votos: el Partido de la Gente y el Partido Independiente. La Coalición Multicolor ganó con 48,9%, contra 47,4% del Frente Amplio. La estrategia de Lacalle Pou para ganar el balotaje fue conformar una coalición electoral a la que sumó a los partidos previamente mencionados. Las razones principales de descontento y preocupación entre los uruguayos previas a la elección de 2019 eran la inseguridad, el desempleo y la educación -guardando la distancia según los indicadores, algo similar a lo que viven los hondureños-. La prioridad que alcanzó el tema de la seguridad pública también se hizo evidente en el apoyo que recibió el plebiscito “Vivir sin miedo”, organizado en paralelo a la elección nacional. En Uruguay se han construido con éxito cinco coaliciones de derecha durante el último siglo: 1916, 1929, 1958, 1999 y 2019. Algunas vehiculizaron una alianza entre la derecha político-partidaria y la derecha económico-social mientras que otras fueron coaliciones político-partidarias. En Honduras, lamentablemente la mayoría de coaliciones de derecha usualmente han sido bajo la mesa, no obstante, es tiempo ya de poner transparentemente todas las cartas sobre el mesón para actuar correctamente.

Por otra parte, es un hecho que cada partido político debe iniciar y sostener un proceso de renovación y reformulación de sus proyectos. Sino lo hacen corren el riesgo de desaparecer. Para evitarlo deben corregir las fallas de naturaleza técnica y organizativa. Caso contrario pasará lo mismo que en España con el Partido Popular y la avalancha de casos de corrupción que lo azotaron, sumado el descontento de una parte sustancial de su electorado con su gestión gubernamental. Aspectos que hicieron que la gente comenzara a desplazarse hacia nuevos partidos.

Actualmente existen múltiples grupos que se autoperciben de derecha, que se reúnen tratando de renovar ideas, estatutos y proyectos. La dispersión es amplia. Los intereses son heterogéneos. Sin embargo, hay un aspecto en común: la mayoría se encuentra en total desacuerdo con la gestión y las intenciones pseudosocialistas del actual gobierno. Bajo ese precepto, es necesario unir a la derecha hondureña y, resulta primordial tener la capacidad para convocar a esos pequeños y poderosos nodos hasta convertirlos en una gran coalición que busque las estrategias idóneas para construir un mejor país. Respetando claramente el Estado de derecho y las libertades en general.

El tiempo avanza, tanto como las acciones articuladas una a una que muchos de los dirigentes del actual gobierno van implementando. El tiempo avanza y mientras ellos van corriendo, muchos de los grupos que representan la derecha hondureña apenas andan buscando los tenis. Señores, una media maratón de 21 kilómetros se corre con entusiasmo, pero, hay que prepararse con anticipación y con un plan de trabajo que permita alcanzar la meta. Lo mismo sugiero a todos los grupos que están repensando la derecha, comencemos ese plan articulado de coaliciones inteligentes, prácticas y eficientes. Séneca decía: “La gente es frugal en la protección de sus bienes personales; pero en cuanto se trata de malgastar el tiempo, son los que más malgastan la única cosa en la que está bien ser avaro”. Por ende, no hay que perder el tiempo, hay que repensar la estrategia con inteligencia, rapidez y financiamiento. La ciencia de los datos es fundamental para pavimentar el camino hacia la derecha.

[email protected] Carlos G. Cálix es doctor en ciencias administrativas, fundador de Grupo Lix y MacroDato. Profesor del Doctorado en Dirección Empresarial-UNAH.

 

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