Por: Mario E. Fumero
En el mundo moderno, los pastores y líderes religiosos tiene que enfrentarse a una serie de factores ideológicos muy diferentes a los del pasado, por lo cual, tienen que estar bien preparados y definidos en cuanto a su accionar teológico, así como la posición que deben tener, como iglesia, frente a las diversas ideologías prevalecientes en el mundo moderno, por lo que no debemos salirnos de aquellos principios fundamentales de la vida cristiana, para entrar en discusiones ideológicas, que nada tiene que ver con el concepto de ser cristiano.
El cristianismo no es una ideología, sino un estilo de vida que vuelve un cambio de actitud frente a las realidades existentes, y nada tiene que ver con algunas influencias ideológicas que muchas veces entra en contradicción con los valores morales proclamados por las Sagradas Escrituras.
Pero definamos primeramente qué significa la palabra ideología. La ideología es una disciplina dentro de la rama de la filosofía que estudia las ideas y sus caracteres analizando especialmente su origen, o lo que es igual, es un cconjunta de ideas que caracterizan a una persona, escuela, colectividad o movimiento cultural que refleja un punto de vista no científico, como por ejemplo la ideología del género o del marxismo.
Podemos afirmar que hay dos tipos de ideologías a las cuales, como cristianos, tenemos que enfrentarnos. La primera ideología moral que son aquellas corrientes que promueve los antivalores, las cuales atentan contra la familia, la moral y los principios de la fe cristiana, tales como la ideología de género, la ideología que promueve el derecho de las mujeres a disponer de los hijos que conciben, y la ideología que promueve el anarquismo y la desobediencia civil, etc.
Frente a estas corrientes ideológicas, tenemos que estar claros y firmes como pastores y líderes cristianos, ya que tenemos que proclamar la verdad absoluta de Dios frente al relativismo de la filosofía moderna, que promueven la implementación de antivalores, que, aunque son ideologías, atentan contra la biología y la más elemental regla de la lógica.
Por otro lado, tenemos las ideologías políticas, que por lo general abarca tres tendencias bien definidas tales como la derecha, el centro y la izquierda. Dichas corrientes políticas entran al plano de lo económico, y establece las pautas para que los gobiernos busquen un equilibrio social equitativo e igualitario en cuanto a la defensa de la convivencia social y la protección de los derechos humanos, creando teorías sobre cómo lograr una distribución correcta de las riquezas con justicia social. En esta corriente están los conceptos del capitalismo, socialismo, comunismo y el llamado neoliberalismo.
Frente a estas ideologías políticas, la iglesia, y los cristianos, debemos tener mucho cuidado, porque como iglesia somos un reino dentro de otro reino, y no predicamos un reino terrenal, ya que el cristianismo promueve otros valores que nacen del amor y no de la imposición, lo cual lo podemos demostrar estudiando la historia de la iglesia primitiva (en los primeros 100 años del cristianismo) la cual no combatió el sistema político dominante en su época, dirigido por las tiranía del César de Roma, aunque dentro de sí, estableció un sistema de igualdad, justicia, y distribución equitativa de la riqueza dentro de su comunidad.
Todos sabemos que, aunque la economía es una ciencia, cuando se aplica a principios políticos, se puede convertir en una ideología, lo cual ha dado origen al liberalismo y neoliberalismo, como también al predominio de los grandes monopolios y las grandes potencias imperialistas, pues como bien establece la lógica, siempre el más fuerte domina al más débil, y por la falta de valores, vivimos en un mundo plagado de desigualdades sociales.
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