Pinocho y la técnica del stop motion

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28 de enero de 2023
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Pinocho y la técnica del stop motion

José María Leiva Leiva

 

“Es un viaje, el viaje de mi vida, hace 15 años comenzamos con Pinocho, y hace unos 10 me hice la promesa de comenzar a concentrarme más en la animación, porque la animación es cine, la animación es arte; no es un género, ni es solo para niños, puede abordar historias profundas y conmovedoras”. https://www.milenio.com. Guillermo del Toro.

Pinocho de Guillermo del Toro” es una película de cine musical hecha en animación en volumen (stop-motion), perteneciente al género de fantasía oscura y dirigida por Guillermo del Toro y Mark Gustafson. “La animación en volumen o animación fotograma a fotograma​ (a veces referida con su término en inglés, stop motion) es una técnica de animación que consiste en aparentar el movimiento de objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas”. Véase Wikipedia.

“Podría también definirse esta técnica como animación artesanal, debido a que se construye el movimiento manipulando un objeto, con las propias manos, fotograma a fotograma. Se trabajan diversos materiales (plastilina, arena, recortes de papel, tizas sobre suelos y muros, etc.) de manera progresiva, adelante, sin posibilidad alguna de retroceso”.

 

Esta técnica también fue utilizada en otras películas, tales son los casos de “Pollitos en fuga” (2000), “La novia cadáver”, dirigida por Tim Burton en 2005, “Wallace y Gromit: La batalla de los vegetales” (2005), “Frankenweenie”, dirigida por Tim Burton en 2012, y “Anomalisa”, dirigida por Charlie Kaufman y Duke Johnson en 2015.

 

Pinocho de Guillermo del Toro, que reinventa la historia de la marioneta de madera con animación cuadro por cuadro, está basada en las ilustraciones de Gris Grimly de la novela italiana Las aventuras de Pinocho de Carlo Collodi para su edición del año 2002. Está protagonizada entre otros por las voces de Gregory Mann (como Pinocho y como Carlo, hijo de Geppetto), David Bradley (voz de Geppetto), Ewan McGregor (voz del Grillo Sebastián, como narrador del filme), Cate Blanchett (como Spazzatura el Mono espía del conde Volpe), Christoph Waltz (como el conde Volpe) y Tilda Swinton (en su doble papel, como el espíritu de la madera y su hermana muerte).

En esta versión de Guillermo del Toro, conocemos a Geppetto cuando es el padre feliz de un niño de carne y hueso, Carlo, quienes viven en la Italia de la década de 1930, mientras el fascismo va creciendo a su alrededor. Padre e hijo pasan las noches leyendo cuentos junto a una fogata, y Carlo acompaña a Geppetto a su trabajo para restaurar una enorme escultura de Jesús en el altar de la iglesia. Ahí es donde ocurre una tragedia, un avión de guerra deja caer una bomba sobre el templo, matando a Carlo. Geppetto vive su duelo bebiendo.

 

 

“En medio de su dolor tala un pino y hace una marioneta. Durante la noche el Espíritu de la Madera llega a visitarlos y le da vida a Pinocho, pidiéndole al grillo que cuide de él y sea su consciencia. Geppetto lleva al títere a la iglesia, pero enfrenta hostilidad: “¿Por qué no tiene hilos? ¿Quién lo controla?”. En casa, Pinocho se pregunta por qué todo mundo ama al Jesús de madera, pero no a él. En el pueblo, un líder fascista denuncia a Pinocho como “disidente” y “pensador independiente”.

 

“Pinocho queda atrapado con un empresario codicioso, el conde Volpe quien lo obliga a actuar en su circo. A diferencia de otras versiones, entre el público está Il Duce (Mussolini, en la voz de Tom Kenny), a quien Pinocho provoca con una canción atrevida y peligrosa, cuya lírica habla sobre excremento y flatulencias. Para entonces, Mussolini ordena que le disparen a Pinocho que termina atropellado por un camión. Por suerte la Muerte lo manda de regreso a la Tierra. Más tarde, Pinocho termina en un campamento militarizado fascista a donde se envía a los niños para que realicen juegos mortales”. Véase https://www.dallasnews.com/. Jocelyn Noveck.

A manera de conclusión, este Pinocho no está dirigida sólo a niños, sino que aprovecha el hecho de que los adultos también se verán atraídos a los impresionantes elementos visuales y temas maduros en la historia, como, por ejemplo, la crianza de los hijos. Así mismo, Del Toro, también hace claras referencias al peligro del pensamiento colectivo acrítico. De hecho, parece que eligió el trasfondo del fascismo para señalar que aquellos pueblerinos cerrados que sospechan de Pinocho porque es diferente son en realidad las marionetas, y no Pinocho.

Con certeza, la crítica ha señalado: “Una bellísima joya artesana de animación (…) una obra de filigrana emotiva y encantadora que transporta al adulto de vuelta a esa capacidad infantil de fascinación y encantamiento”. “Durante el largometraje las canciones que se escuchan tienen un sentido muy ligado con lo que está pasando en la escena, y en los momentos más dramáticos esta consigue una inmersión total consiguiendo que la escena tenga más énfasis emocional”.

 

“Guillermo del Toro le apostó a un “Pinocho” rodeado por la guerra, la desobediencia y el dolor”. https://www.msn.com/. “El nudo de la historia de Pinocho suele tener ese tinte entre lo sombrío y lo fantástico. No es solamente el concepto del niño de madera, sino los villanos y ese pequeño espacio del circo en el que la ignominia del mundo transforma a quienes lo habitan. Ese tinte ha atraído desde hace años a Guillermo del Toro, que parece moverse siempre como pez en el agua en esas narraciones en la que lo fantástico no es sinónimo de lo bello, sino que puede serlo también de lo feo, de lo melancólico o del dolor”. https://www.elespectador.com/ Andrés Osorio Guillott. O bien esta otra que no tiene el menor desperdicio: “Una de las mejores versiones del fantástico cuento de Collodi me atrevo a decir sin que me crezca la nariz”. Víctor Baylach.

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