La reelección es ilegal
En varios artículos publicados por este mismo rotativo, en años pasados, nos hemos referido a los elevados sueldos que devengan nuestros funcionarios, tanto en el gobierno central, como en las instituciones autónomas y siempre lo hemos sostenido que el gobierno que llegue al poder, por la crisis económica crónica que pasamos, deben compartir el sacrificio económico con su pueblo, devengando estipendios dignos, pero nunca salarios excesivamente elevados, que son una ofensa para la pobreza que lejos de disminuir crece.
En el pasado hemos citado algunos ejemplos de verdadera solidaridad con su pueblo, como ocurrió en la Perla de Antillas, con el nombramiento de un alto funcionario que al llegar al puesto, de confianza por cierto, llegó el encargado de las finanzas de la institución y le dijo, señor presidente el sueldo asignado a su puesto, son 1,000.00 dólares y él vino e inmediatamente rechazó el salario y solo aceptó 250.00 que le daba el gobierno de turno, por otra labor, la justificación es que estaban pasando por un momento duro y que había que compartir el momento con su pueblo; más reciente entre nosotros, sucedió con el presidente Mojica, ya todo mundo sabe de qué país me refiero, el sueldo asignado al puesto eran 13,000.00 dólares, Mojica rechazó el sueldo y aceptó solamente 1,000.00 dólares, su justificación, fue que con esa suma era suficiente para su subsistencia, que el resto lo dejaran para proyectos de vivienda, y así han surgido muchos ejemplos como el de un expresidente boliviano, Evo Morales, que se rebajó el sueldo en un 50 por ciento al igual que el equipo ministerial, pero el ejemplo que estamos viviendo lo tenemos con el presidente López Obrador, de México, que ha dado ejemplo de honestidad, que suena raro que suceda en México, donde la corrupción ha sido una regla general.
Con la llegada de un nuevo gobierno todos o al menos las grandes mayorías, pensamos que como dicen que son diferentes, en los hechos se iba mirar la diferencia, y aunque hemos creído siempre que el problema de la sociedad nuestra, es estructural, lo que requiere mucho tiempo su ejecución, pensamos a la vez, que la reestructuración iba empezar por casa, entendiendo por esta el aparato estatal, en sus diferentes funciones, pero con sorpresa nos hemos enterado, que sus actuaciones siguen siendo las mismas, y a veces un poquito más allá, de los partidos tradicionales. Así es como vemos con los elevados sueldos siempre están por arriba, lo que sigue siendo una ofensa para el pueblo, que los señores a quienes llamamos diputados, dicen ellos elegidos por el pueblo, como los tradicionales, siguen gozando de una serie de privilegios, que el pueblo conoce, así como los tradicionales, y de ribete también los diputados, que se eligieron, hace tres administraciones, siguen siendo los mismos, no quieren aflojar la teta, expresión popular, pero lo más sorprendente de esto, de lo cual nunca pensamos es el gigante edificio de nepotismo, superando a los partidos tradicionales, que hoy vemos en el aparato estatal.
El edificio empieza por la casa, donde incorporaron a labores, que son eminentemente, públicas a toda una parentela, como si se tratase de una empresa familiar, de conocimiento ya generalizado, al parecer solo les faltó incorporar a la mascota de la casa, pero el edificio también se apoya en sus pilares, y estos son los señores diputados y otro tipo de funcionarios que han incorporado a las funciones del gobierno a sus descendientes y colaterales, y un designado presidencial le agregó algo más, que por respeto al gremio femenino prefiero no mencionarlo. Pareciere que en el gobierno hay toda estructura de nepotismo que necesariamente en el futuro debe mudarse, para bien, de la buena imagen. De lo contrario, seguiremos recordando el papel de la familia Aycinena, en la época pre-independista en la República de Guatemala, que conservaba muchos cargos públicos, como si se tratase de un privilegio familiar.
Manuel Aguilar Palma
Periferia de San Miguel de Heredia
