Detrás de la apariencia existe una esencia política

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30 de enero de 2023
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12:02 am
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Detrás de la apariencia existe una esencia política

Por: Marcio Enrique Sierra Mejía

Los políticos son personas que aparecen ante la ciudadanía demostrando un conjunto de características que presentan a la vista para crear una imagen personal que les retribuya credibilidad y simpatía popular. Empero, detrás de esa intencionada apariencia existe una realidad esencial que desconocemos y solo en ciertas circunstancias se dan a conocer. Como lo expresa un ciudadano “todo lo que vemos en los medios es circo mediático”. La realidad mediática esconde lo esencial, no deja ver o no puede llegar a conocerla. Lo esencial en la escena política mediática es lo que importa y se necesita conocer. Es decir, lo principal, lo notable o sustancial. Y esto es lo que no demuestra el juego político de Libre o del coordinador de este partido. Detrás de la jugada magistral socialista, están blindando delitos de corrupción que puedan salir a la superficie y en la que actores políticos de mucho poder están involucrados, igualmente empresarios corruptos.

Desde el poder de gobierno, se promueve un proceso de elección de los magistrados que esconde esencialmente intereses poderosos conectados con el tráfico de drogas u otros delitos que no pueden salir y hay que evitar darlos a conocer por la supuesta nueva corte judicial. El grave problema o esencialidad de la elección de los magistrados, es la imperiosa necesidad de tener control político para soslayar el abordaje firme de delitos que involucran a actores políticos temerosos de salir empañados. Así que la mencionada correlación de fuerza en esta coyuntura histórica que estamos viviendo, apunta a encubrir la corrupción real que existe detrás de quienes tienen el poder político en la actualidad.

Por otra parte, el proceso de elección de la nueva corte que se ha iniciado este pasado miércoles 25 de enero de 2023, demuestra un impresionante nivel de acatamiento y servilismo del presidente del Congreso Nacional, quien es marcado como un presidente electo ilegalmente. Esa noche quien realmente dirigía las acciones desde el estrado directivo fue Carlos Zelaya, hermano del coordinador del partido Libre. Asimismo, la parcialidad política en la escogencia de la planilla de candidatos a magistrados seleccionados, dejó excluidos candidatos relativamente con mejores atributos para ocupar estos cargos, denotándose la burda jugada política aplicada para lograr la intención esencial definida en párrafos anteriores. Burda acción en la que lamentablemente; el Partido Liberal, cooperó tras bambalinas cumpliendo su ya conocido papel de partido bisagra.

No obstante, las maquinaciones emprendidas para lograr que el interés político del Partido Libre predominase en la elección de los magistrados, el resultado del primer round, fue categóricamente desfavorable para las fuerzas socialistas autoritarias. Para muchos ciudadanos que se manifestaron a través de las redes sociales, la propuesta de libre, ilustró la escogencia de abogados “con cola e historial oscuro, defensores de narcos, con vínculos familiares con el poder y corruptos”. Para los ciudadanos, “la propuesta de Libre fue penosa, abusiva y perversa” porque seleccionaron abogados “de Libre corruptos”.

Es importante entender que los números son válidos para definir el balance de los magistrados que deben elegirse a fin de lograr minimizar el control absoluto de la corte por parte de Libre, como bien lo expresa Mario Aguilar González: “los nacionalistas tendremos que sortear duras circunstancias en defensa de la democracia y de Honduras, cualquiera que sea el escenario de integración de la Corte Suprema de Justicia. Los liberales hoy son bisagra de la izquierda. Obvio que debemos buscar tener el mayor número posible”. Empero, lo que realmente importa, es la integridad de los magistrados que se elijan. La honradez del magistrado también debe contar. La integridad judicial puede prevenir la corrupción en el sector de la justicia.

La integridad judicial es el compromiso fundamental que no buscan establecer en la nueva Corte Suprema de Justicia. Tal como están escogiendo a los magistrados, la ética en la impartición de la justicia, está valiendo un bledo. No se busca que prevalezca el “bien interno”, pero sí que la razón que justifique la existencia de los magistrados, sea política al impartir la justicia entre los ciudadanos, sin la imperiosa obligación ética que se constituya en la huella genética del código profesional de los tales magistrados que se elijan.

La Junta Nominadora realmente realizó una escogencia miserable porque en dicho proceso, predominó más el interés político insulso para escogerlos y no el comportamiento ético irreprochable por parte de los profesionales legales, para asegurar la legitimidad del sistema judicial.

El factor ético, es el que asegura el vínculo de confianza con la comunidad nacional. La ética es lo que va a defender la consolidación de la democracia ya que la conducta ética del profesional legal, debe ir más allá del cumplimiento de sus deberes funcionales. Con magistrados de baja ética el Poder Judicial está frito, la corrupción gana.

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